SANTIAGO.- Con apenas 22 años Christian von Koenigsegg decidió fundar su propia compañía (el 22 de agosto de 1994), con el único objetivo de crear "el superdeportivo perfecto".
Por lo mismo no es de extrañar que la filosofía de la marca, cuya sede se encuentra en Ängelholm, Suecia, se centre en el alto desempeño de sus vehículos.
Fabricados a mano y en series limitadas de producción, los superdeportivos de Koenigsegg han logrado posicionarse en este demandante nicho, demostrando capacidades superlativas gracias al detallado trabajo de ingeniería que existe detrás de ellos y a la serie de récords que han ido cosechando pese a la corta historia de la empresa.
Historia de récords
Pese a los problemas iniciales de todo emprendimiento, desde un comienzo Koenigsegg logró demostrar su valor. En 1996 el piloto Rickard Rydell condujo por primera vez en público el prototipo Koenigsegg CC en un evento en el circuito de Anderstorp. El que dejó una grata impresión entre los asistentes por sus elevadas prestaciones y permitió que el pequeño fabricante empezara a hacerse un nombre.
La filosofía centrada exclusivamente en el desempeño de sus vehículos rápidamente comenzó a darle réditos, ya que en 2002 su primer modelo homologado para circular por la calle, el CC8S, fue distinguido por Guinness como el "auto de producción más potente del mundo", gracias a los 655 hp que emanaban de su motor V8 supercargado.
En 2004, este registro quedó en manos de su sucesor, el Koenigsegg CCR, que contaba con un motor V8 de 4,7 litros y doble compresor volumétrico, que generaba unos impresionantes 806 caballos de fuerza.
Este modelo era una evolución del CC8S y al año siguiente se convirtió en el auto de producción más rápido del mundo tras alcanzar una velocidad máxima de 387,86 km/h en Nardo. Superando así el récord establecido por el emblemático McLaren F1 en 1998 de 386,4 km/h.
Pero la serie de hitos en la corta historia de Koenigsegg no se detuvo ahí, ya que en 2007 la compañía sueca lanzó al mercado el primer superdeportivo amigable con el medio ambiente: el CCXR. Este tenía la particularidad de usar etanol (E85) o gasolina, lo que incrementó la potencia de su motor V8 doblemente supercargado hasta los 1.018 hp. Todo un récord para la época.
Al año siguiente el Koenigsegg CCX estableció un nuevo récord para la medición 0-300-0 km/h, al completar la prueba en apenas 29,2 segundos y hacer el 0-200 km/h en sólo 9,3 segundos.
Agera
En 2010, el Koenigsegg presentó el Agera. El primer modelo en su historia que abandonó la doble sobrealimentación por compresor, reemplazándola por la inclusión de dos turbos. De esta manera, el nuevo superdeportivo sueco generaba 960 hp y 1.100 Nm de torque.
Al año siguiente nació la versión Agera R que también podía utilizar combustible de 95 octanos o etanol (E 85 o E100), con el que su potencia subía desde los 960 hp hasta unos impresionantes 1.140 hp y 1.200 Nm de torque.
En 2011 el Agera R destruyó el récord del CCX en la prueba del 0-300-0 km/h al establecer un tiempo de 21,19 segundos. Registró que se mantuvo hasta 2015, año en que el Koenigsegg One:1 lo volvió a bajar con un crono de 17,95 segundos.
La última hazaña del exclusivo fabricante sueco se produjo el pasado fin de semana, cuando
el Koenigsegg Agera RS con sus 1.160 hp se convirtió en
el auto de producción más rápido del mundo, tras alcanzar
una velocidad máxima de 447,2 km/h.
De esta manera, Koenigsegg sigue acrecentando su leyenda y validándose como un experto en romper récords.
