SANTIAGO.- En tiempos de mayor acceso y oferta en el sector automotriz, las escuelas de conducir cobran cada vez más relevancia y por eso saber elegir un buen centro formador es fundamental para saber qué clase de conductores habrá en el futuro. Como los resultados de su enseñanza se ven directamente en las calles, bien vale saber cuáles son las exigencias y protocolos que deben seguir estos recintos para entregar sus servicios.
Según explican desde Automóvil Club de Chile, las escuelas de conductores “están sumamente normadas por el Ministerio de Transportes”. Tanto sus instructores como el establecimiento deben cumplir una serie de reglas para su correcto funcionamiento.
El vocero del organismo, Alberto Escobar, afirma que los profesores de manejo deben estar debidamente certificados por Carabineros, tanto los que imparten cursos teóricos como prácticos.
En ese sentido, las clases prácticas pueden efectuarse en forma individual, o colectiva de no más de tres alumnos por clase.
Además, es necesario que el establecimiento cuente con el Certificado Municipal que lo autoriza a funcionar como escuela.
Obligación para menores de 18
Si bien para los mayores de edad no es obligación inscribirse en una escuela para rendir el examen y obtener la licencia, sí lo es para los jóvenes de 17 años que también pueden optar al carnet de conducir bajo ciertas restricciones.
Una de ellas es acreditar un curso en una escuela de conductores y presentar la autorización notarial de los padres. Además, la licencia será otorgada con la restricción de que no podrán conducir sin la presencia de una persona con licencia con antigüedad menor a cinco años.
Requisitos en los vehículos
Los vehículos en los que se realizan las clases también deben seguir un protocolo y que debe ser exigido por el estudiante. Por ejemplo, es obligatorio que tengan doble comando, lo que no implica que necesariamente tenga un doble volante, pero si un duplicado del juego de pedales en el puesto del copiloto, comenta Escobar.
“El doble comando significa que el instructor al lado derecho tiene una copia exacta de los pedales, es decir, freno, embrague y acelerador, y puede tomar el control en cualquier momento del vehículo que está conduciendo el alumno”, agrega.
No obstante, sí existen escuelas que tienen un doble volante, “pero esa es una opción netamente de cada recinto”.
En ese escenario, y a juicio de Escobar, “no es necesario tener doble volante, porque el instructor logra tener control del vehículo simplemente pudiendo frenar y acelerar”.
También se requiere que todos los autos estén en condiciones mecánicas óptimas y no pueden tener más de ocho años de antigüedad, contados desde la fecha de facturación de su primera transferencia en el país.
Seguros y circuito de manejo
Además de la arista mecánica, los vehículos de las escuelas de conducir deben tener sus papeles sin irregularidades, es decir, permiso de circulación y revisión técnica al día, debidamente inscritos, etc.
Los seguros de vehículos por daños propios y a terceros es otro de los requisitos. “Si el alumno choca a otro vehículo, entran a operar los seguros correspondientes”, sostiene el representante de Automóvil Club de Chile.
Finalmente el circuito en el que practican los estudiantes también debe estar plenamente autorizado por la Municipalidad correspondiente. “Uno no sale a andar por donde se le dé la gana”, explica Alberto Escobar.
Cómo deben ser los recintos y las clases
Respecto a los recintos en que se imparten las clases, la normativa dice que debe ser un local adecuado que cuente a lo menos con las siguientes salas independientes una de otra: lugar de recepción, una sala para clases teóricas y una sala de laboratorio para realizar los exámenes de agudeza visual y visión de colores con los elementos necesarios.
Toda escuela de conductores deberá tener un director responsable de su operación técnica y del cumplimiento de los programas. En el caso que la escuela tenga otras sedes deberá contar con un director responsable a nivel nacional.
