La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta un nuevo conflicto judicial luego que los fiscales generales de 23 estados iniciaran acciones legales en contra del gobierno y su intento por rebajar los estándares de combustibles dispuestos durante la era Obama como medida para reducir los gases de efecto invernadero.
A fines de marzo pasado el mandatario del país del norte redujo considerablemente las exigencias de una norma que empujaba un uso más eficiente de los combustibles, lo que desató la molestia de grupos ambientalistas y autoridades locales.
Durante la administración de Obama esa norma exigía a la industria automotriz estadounidense aumentar la eficiencia del combustible en un 5% cada año para alcanzar un promedio de 54 millas (87 km) por galón (3,7 litros) para 2025. No obstante, Donald Trump dispuso que ese monto baje a un 1,5% por año a fin alcanzar un promedio de 40 millas (64 km) por cada galón (3,7 litros) en 2026.
A raíz de eso casi dos docenas de abogados generales, además del Distrito de Columbia, decidieron recurrir a la justicia y presentar una demanda donde alegan que la Agencia de Protección Ambiental y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras utilizaron un análisis defectuoso para justificar la enmienda.
Si bien estas instituciones no se ha referido a las acciones legales, la prensa local recordó que la administración Trump ha indicado desde el primer día de su mandato que los estándares de la era de Obama afectan el desarrollo de la industria automotriz.
Explican que las estrictas disposiciones han hecho que los autos sean más caros y baje el número de venta de unidades nuevas obligando a las personas a optar por modelos más viejos y menos seguros.
No obstante, grupos ambientalistas y los fiscales generales han dicho que las evidencias demuestran que flexibilizar las reglas en torno a las emisiones de gases solo implica que a futuro habrá miles de muertes prematuras por culpa de la contaminación.
El fiscal general de Colorado, Phil Weiser, dijo a la prensa que la administración de Trump toma el “camino fácil” al reducir los estándares de la norma de la era Obama. “Este fue un camino prometedor. Este era un futuro que necesitamos. Pero, no obstante, estamos viendo que esto sucede”, dijo el funcionario.
Según explicaron en la presentación, los estándares de la era Obama ya habían ahorrado a los propietarios de vehículos alrededor de 86 mil millones de dólares en consumo de combustible y bajado las emisiones de dióxido de carbono al planeta en medio billón de toneladas métricas, según un informe de la EPA.
Los nuevos estándares, por otro lado, podrían sumar hasta 2 mil millones de barriles adicionales de petróleo y casi mil millones de toneladas métricas adicionales de dióxido de carbono al medio ambiente.
"Simplemente lea el texto de la regla y descubrirá que es un asesino laboral y un peligro para la salud pública", dijo el fiscal general de California Xavier Becerra en un comunicado.
"Aumentará los costos para los consumidores y permitirá la emisión de contaminantes peligrosos que amenacen directamente la salud de nuestras familias", sentenció.
