Los emblemas de las compañías automotrices suelen esconder entretenidas historias sobre su origen y muchas han sido motivo de interminables debates y distintas teorías sobre su significado.
Es el caso de las seis estrellas que dan forma al logotipo del fabricante japonés Subaru y que normalmente han sido descritas como una representación estilizada del cúmulo de estrellas conocido como las Pléyades (Messier 45).
Si bien el cúmulo está compuesto por cientos de estrellas, seis de ellas son visibles a simple vistas. En Japón, este grupo de cuerpos celestes se conoce con el nombre de “Subaru”, que, por supuesto, es de donde el fabricante de automóviles nipón tomó su nombre.
Lo interesante, indica el sitio Jalopnik, es que en estricto rigor las Pléyades tiene siete estrellas más luminosas y no seis como lo representa el logotipo de Subaru.
Explican que la séptima estrella no se puede apreciar a simple vista ya que está superpuesta a otra más luminosa, por lo que se necesitan modernos equipos para detectarla, así como otros cientos de cuerpos celestes más pequeños que dan forma al cúmulo.
Pese a ello, registros de antiguas culturas de Europa, África, Asia, Indonesia, América y Australia hacen referencias a este cúmulo de estrellas y concuerdan en que son siete cuerpos celestes, de hecho se les conoce como "Las siete hermanas".
En la mitología griega, por ejemplo, llaman a las Pléyades como "Las siete hermanas" en referencia a las siete hijas del Titán que levanta la Tierra llamado Atlas.
Los astrónomos Ray y Barnaby Norris explican que gracias a estudios realizados con el telescopio espacial Gaia y otros se pudo establecer que las estrellas de las Pléyades se mueven lentamente en el espacio.
Gracias a ese desplazamiento, indican, el cuerpo celeste llamado Pleione está en la actualidad muy cerca de la estrella llamada Atlas, la segunda más luminosa del grupo, de ahí que a simple vista parecen ser una sola estrella. En tal sentido, el emblema de Subaru representa una visión real del cúmulo.
Añaden que si retrocedemos unos 100.000 años, tomando en consideración el movimiento de las estrellas, Pleione estaba más lejos de Atlas y habría sido fácilmente visible a simple vista, hecho que resuelve varias interrogantes.
“Creemos que este movimiento de las estrellas puede ayudar a explicar dos acertijos: la similitud de las historias griegas y aborígenes sobre estas estrellas, y el hecho de que tantas culturas llaman al cúmulo “siete hermanas” aunque solo vemos seis estrellas hoy”, indicaron los expertos.
