El gigante automotriz Toyota recibió un duro golpe en Estados Unidos luego de ser condenada a pagar una multa de 180 millones de dólares tras haber incurrido en acciones que infringen la Ley de Aire Limpio.
Así lo confirmó la Fiscalía de los Estados Unidos en Manhattan, oportunidad donde se indicó que se trata de la sanción civil más costosa de la historia por causas vinculadas a la manipulación de emisiones.
Según se indicó en el proceso, entre los años 2005 y 2015 el fabricante nipón vendió conscientemente en el mercado estadounidense vehículos con defectos, los que no fueron reparados ya que permitían limitar el funcionamiento del sistema que controla las emisiones del tubo de escape.
Si bien Toyota estaba al tanto de estas fallas, indicó un reporte del New York Times, sus trabajadores no hicieron nada por reparar los desperfectos.
En el proceso se estableció además que esta situación era conocida por los gerentes y ejecutivos de Toyota en Japón, quienes no pudieron o no quisieron detenerla, por lo que se estima que se comercializaron millones de ejemplares con estos desperfectos.
"Toyota cerró los ojos ante el incumplimiento", dijo Audrey Strauss, la fiscal estadounidense a cargo del caso luego que los abogados del gigante japonés acordaran no impugnar la multa.
La defensa de Toyota
Eric Booth, un portavoz del fabricante de automóviles, dijo que no hubo dolo en el accionar de la compañía, la que alertó a las autoridades tan pronto tomó conocimiento de los desperfectos y que la demora en informar "resultó en un impacto de emisiones insignificante, si lo hubo".
“No obstante, reconocemos que algunos de nuestros protocolos de presentación de informes no cumplieron con nuestros propios altos estándares y nos complace haber resuelto este asunto”, agregó Booth.
Si bien Toyota goza de una reputación ligada a la tecnología y el cuidado con el medio ambiente, lo cierto es que el gigante japonés ha tardado en adaptarse a los nuevos tiempos y así lo demuestran algunas de sus acciones.
En tal sentido, el sitio Jalopnik recordó que Toyota fue uno los primeros en apoyar las acciones del presidente Donald Trump destinadas a revocar los altos estándares de ahorro de combustible impuestos durante la administración Obama.
Otro hecho que evidencia la lentitud de Toyota en esta materia es su evidente retraso cuando se habla de vehículos eléctricos. Mientras otros actores de la industria ya gozan con una importante variedad de modelos, el fabricante japonés solo ha hecho tímidos avances.
De hecho, indica el artículo del NYT, la línea más reciente de modelos Toyota está compuesta por vehículos deportivos utilitarios que consumen mucho combustible y que son muy costosos, pero que han arrojado importantes márgenes de ganancia.
Un informe de la Agencia de Protección Ambiental reveló al respecto que los vehículos Toyota ofrecieron una de las peores eficiencias de combustible de la industria, “lo que provocó un empeoramiento general del kilometraje y la contaminación de los automóviles y camiones de pasajeros en los Estados Unidos por primera vez en cinco años”, indica la nota.
