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Nueva Zelanda presentó sus recomendaciones y eventuales planes de acción en contra del cambio climático y entre las medidas que estima para los próximos años es que más de la mitad de los autos del país sean eléctricos en 2035.
"No podemos seguir posponiendo lo que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos", afirmó la primera ministra, Jacinda Ardern, junto a su ministro de Medio Ambiente, James Shaw, al presentar las recomendaciones de la Comisión por el Cambio Climático para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono antes de 2050.
Ardern defendió que las reformas requeridas, que pasan a un periodo de consulta pública antes de que el gobierno decida cómo las aplica, no supondrán un lastre económico para el país.
"El coste de estas acciones en la economía no es tan grande como se creía. De hecho, la actuación contra el cambio climático es una oportunidad para Nueva Zelanda", afirmó la primera ministra..
La comisión indicó que los compromisos de Nueza Zelanda para cumplir con el acuerdo de París de limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales necesitaban una acción más decidida.
Aunque el abandono progresivo de los combustibles fósiles supondrá la pérdida de cientos de empleos a corto plazo, la comisión estima que muchos de ellos se podrán reconvertir "en una economía circular, en el desarrollo de combustibles menos dañinos y en nuevas tecnologías de apoyo".
En este sentido, la comisión aconsejó el fin de las importaciones de automóviles con motores de gasolina o gasóleo en 2032 y estima que más de la mitad del parque automovilístico del país será eléctrico en 2035, por lo que pide incentivos del gobierno.