La IndyCar es la competencia motor más importante de Estados Unidos y sus organizadores no estaban dispuestos a concretar una nueva temporada sin espectadores, tal como ocurrió en 2020 debido a la pandemia del covid-19.
Pese a que la crisis sanitaria no ha dado respiro en el país del norte con cerca de mil muertes diarias, los responsables del evento motor confirmaron que la 105 edición de la Indy 500 se llevará a cabo el 30 de mayo próximo con un aforo máximo de 135 mil personas, lo que equivale al 40% de la capacidad total de autódromo.
Si bien la cifra parece descabellada para cualquier otro país dada las actuales condiciones sanitarias, para los expertos de EE.UU. es posible aceptar tal convocatoria dada las dimensiones del Indianápolis Motor Speedway que puede albergar alrededor de 375.000 aficionados en un periodo normal y, especialmente, al acelerado proceso de vacunación que está implementado la administración Joe Biden y que ha permitido que más de un 50% de la población de ese país reciba al menos la primera dosis.
(Vista aérea del Indianápolis Motor Speedway)
A ello, indicaron, se sumarán estrictos controles sanitarios como el uso obligatorio de mascarillas, lectura de temperatura, distancia entre grupos, espacios delimitados y limpieza frecuente de las áreas comunes.
Lo más llamativo de todo es que los organizadores del evento motor, en conjunto con las autoridades sanitarias, han iniciado una campaña para que todos los que deseen asistir al evento se vacunen previamente contra el covid-19.
De hecho, el circuito cuenta con sus propias dosis para inmunizar a los asistentes que quieran acudir con garantías de no contagiarse, tal como lo explicó Mark Miles, el CEO de la IndyCar.
"Lo primero que pueden hacer los fans para garantizar un gran día de carrera es vacunarse lo más rápido posible. Seguimos ofreciendo vacunas en el Indianápolis Motor Speedway y ampliaremos nuestra clínica de vacunación masiva durante el mes de mayo", aseguró.
Por su parte, el presidente del circuito de carreras de Indianápolis, J. Douglas Boles, indicó que “nuestros fans lo son todo para nosotros, y estamos ansiosos por darles la bienvenida de vuelta a casa para la Indy 500 de este año”.
El ejecutivo añadió que “la ciudad y el estado han trabajado con nosotros para identificar las precauciones de salud y seguridad adecuadas para que podamos albergar con éxito a una multitud limitada pero muy entusiasta. La salud y la seguridad de todos los que vengan han sido primordiales a lo largo de este proceso", aseguró.
