Entre el 17 y 23 de mayo próximo la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra una nueva Semana Mundial de la Seguridad Vial, oportunidad donde buscará generar conciencia en la importancia de limitar a 30 km/h la velocidad máxima de los vehículos que circulen por zonas urbanas y calles menores.
Con los lemas "Calles para la Vida" y "#Love30", la OMS defenderá su propuesta toda vez que la medida aumenta considerablemente las posibilidades de que un peatón o ciclista sobreviva a un accidente, y además se contribuye a reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire.
El organismo con sede en Ginebra aseguró que en las ciudades en las que se ha instaurado el límite de 30 km/h se ha registrado una reducción del 25 % en las muertes y los heridos por accidentes de tráfico.
Alarmantes cifras
La OMS recordó que cada año mueren en el mundo aproximadamente 1.350.000 personas por accidentes en las calles y carreteras de los países, dejando además unos 50 millones de heridos.
En los países nórdicos, que han centrado sus políticas en la reducción de la velocidad, la tasa de muertos por accidentes de tráfico es de alrededor de 1 de cada 100.000 habitantes, mientras que la media Europea es de 10 decesos por cada 100.000 personas.
Por su parte, África tiene el nivel más alto de muertes por accidentes de tráfico en el mundo, con alrededor de 26 por cada 100.000 habitantes.
Mientras que el exceso de velocidad contribuye al 30% de las muertes en carretera en países en desarrollo, en el continente africano este porcentaje asciende al 50%.
Los accidentes de tráfico son la octava causa de muerte más común en el planeta, y para los jóvenes de entre 5 y 29 años es la primera.
Durante la pandemia se ha observado una reducción en la cantidad de tráfico y de accidentes, pero al mismo tiempo un aumento en la gravedad de los siniestros porque con las carreteras más vacías muchos han aprovechado para conducir más rápido, señala la OMS.