Mientras la
revolución de los vehículos eléctricos sigue avanzando por los distintos mercados mundiales, son cada vez más las ciudades y países que ya plantean eliminar de raíz los coches a combustión interna prohibiendo su comercialización en un futuro cercano.
Así, por ejemplo,
Reino Unido confirmó que prohibirá la venta de vehículos nuevos con motores convencionales a partir de 2030, mismo camino que seguirán lugares de Estados Unidos como Massachussetts o California.
Suecia busca seguir este ejemplo y desde hace un tiempo que ronda el
plan de prohibir los autos a combustión interna desde el 2030 y dar un vuelco a los transportes con energías renovables. No obstante, la Universidad Tecnológica de Chalmers explicó que esa decisión debería
adelantarse para el 2025 para alcanzar los objetivos climáticos de Suecia. Tal como indicó la investigación, publicada en el medio Transportation Research, de no adelantar la prohibición de los combustibles fósiles, el uso de biocombustibles en los automóviles de gasolina y diésel debería aumentar significativamente para reducir la contaminación en la nación europea.
“Si esa fecha se adelantara al 2025, las emisiones del ciclo de vida de la flota de automóviles en Suecia caerían de 14 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en 2020 a 3-5 millones de toneladas métricas para el año 2045.
El resultado final en 2045 dependerá sobre cuánto ha mejorado la producción de baterías”, indicó el investigador Johannes Morfeldt.
De esta manera, el estudio señala que tanto el adelantar la prohibición de vehículos a combustión interna, como aumentar de forma considerable la producción de baterías y autos eléctricos, serían una combinación exitosa para reducir los niveles de contaminación en el país.
