Hace un par de meses la Unión Europea (UE) presentó un amplio programa con el objetivo de alcanzar la carbono neutralidad para el 2050 y una de las medidas más radicales fue el aumento de restricciones a los automóviles con motores convencionales para, finalmente, prohibir su venta en todo el bloque en 2035.
De esta forma, la Unión Europea espera solo vender vehículos eléctricos puros e híbridos a partir del 2035 con el fin de
limitar el impacto en el cambio climático provocado por el ser humano.Si bien la industria automotriz está alineada hace tiempo con este plan, con varios fabricantes que han anunciado sus intenciones de abandonar completamente los motores a combustión interna,
aún existen marcas que se aferran a la tecnología tradicional. En ese sentido, la prensa internacional explica las dificultades que pueden encontrar algunos fabricantes para pasarse a la electromovilidad pura, considerando su identidad y razones industriales de baja producción.
De ahí que el ministro de Transición Ecológica italiano, Roberto Cingolani, confirmó en Bloomberg que ese país
está negociando una excepción de la norma del 2035 para algunos fabricantes de bajo volumen.
De esta forma empresas como
Ferrari o Lamborghini, quienes no representan mayores problemas en términos de emisiones considerando que producen limitadas unidades a nivel mundial, podrían quedar exentos de esta norma.
Según explicó el medio Motor.es, los fabricantes que no llegan a las 10.000 unidades anuales “realmente suponen un impacto muy pequeño” en términos de contaminación.