El fabricante de automóviles estadounidense Ford dio un potente impulso a su transición eléctrica al anunciar la construcción de cuatro nuevas fábricas en Estados Unidos que implicarán una inversión de 11.400 millones de dólares y la creación de alrededor de 11 mil nuevos empleos para 2025.
En un comunicado público, la marca del óvalo azul dijo que junto a su socio surcoreano SK Innovation levantarán dos fábricas de baterías en Kentucky y otra en Tennessee. El otro complejo, que también se erigirá en Tennessee, estará destinado al ensamblaje de unidades de la serie F.
En una primera etapa, el grupo estadounidense invertirá 7.000 millones de dólares y SK Innovation pondrá el resto.
Así se va a construir el "mayor, más avanzado y más eficiente complejo de producción de automóviles en sus 118 años de historia", que situará a la empresa a la vanguardia en la transición de su país hacia los vehículos eléctricos, indicó Ford en un comunicado.
Esta inversión apoya "el objetivo a más largo plazo de la empresa de crear un ecosistema de fabricación estadounidense durable y de acelerar sus proyectos hacia la neutralidad de carbono (...) conforme al Acuerdo de París sobre el clima", añadió.
El fabricante aprovechó además la oportunidad para destacar sus objetivos en cuanto a la producción de vehículos eléctricos, indicando que para 2030 estos ejemplares deberían corresponder al 50% de todo su volumen, un 10% más de lo proyectado en una primera instancia.
"Es un momento de transformación en donde Ford dirigirá la transición de Estados Unidos hacia los vehículos eléctricos e inaugurará una nueva era de fabricación limpia y neutra en carbono", indicó el presidente ejecutivo de la compañía, Bill Ford, en el comunicado.
En tono patriótico, estimó que, combinado a un "espíritu de innovación", el grupo va a poder reconciliar objetivos antes considerados como incompatibles: proteger el planeta, "construir magníficos automóviles eléctricos que los estadounidenses adoran y contribuir a la prosperidad de nuestro país".
La noticia se da en un contexto de fuerte demanda para el nuevo vehículo pick-up F-150 Lightning y de otros modelos eléctricos como el E Transit y el Mustang Mach-E.
Como su compatriota GM, el constructor se esfuerza por alcanzar al grupo Tesla, precursor en esta rama.
Buenos empleos
Bajo presión de la opinión pública y de numerosos clientes e inversores cada vez más sensibles a la temática medioambiental, muchos constructores han dado un paso hacia la electrificación de vehículos para reducir las emisiones de gases contaminantes.
No obstante, hasta hace poco, el giro eléctrico no era tan marcado.
Jim Farley, director general de Ford, resaltó el desafío: "Ofrecer vehículos eléctricos revolucionarios para la mayoría, más que para unos pocos", en alusión al hecho de que los vehículos eléctricos promedio, como los de Tesla, son aún caros y por lo tanto inaccesibles para las familias de clase media.
Farley apuntó además que busca crear "buenos empleos que sostengan a las familias estadounidenses", retomando una temática del presidente estadounidense.
Joe Biden hizo del paso al transporte eléctrico una prioridad.
El anuncio de Ford abunda en el sentido de los demócratas que se esfuerzan por hacer adoptar esta semana en el Congreso un plan de inversión masiva en infraestructura, de alrededor de un billón de dólares.
Esperan la aprobación de medidas en defensa del medioambiente que, aseguran, podrían producir millones de empleos en el futuro.
En el proyecto inicial, el plan de infraestructura preveía la construcción de una red nacional de unas 500.000 estaciones de recarga de aquí a 2030 y la conversión a la electricidad de 20% de los famosos buses escolares.