Deben revertir sus llaves.
Archivo El Mercurio
SANTIAGO.- No les sirve nada más que ganar. Y por más de dos goles de diferencia. Esa es la obligación que tienen hoy la Universidad de Chile y la Católica en Copa Chile.
Ambos clubes deben revertir una diferencia de dos goles en sus respectivas llaves de octavos de final del certamen. Sino, primer fracaso del semestre.
Los cruzados reciben en San Carlos de Apoquindo a las 20:30 horas a Cobreloa con la misión de dar vuelta el 0-2 sufrido en la ida disputada la semana pasada en Calama.
Pese a que se recuperó y regresó a la convocatoria, Roberto Gutiérrez se quedaría en el banco. La más probable oncena titular de los de la precordillera sería con Costanzo (Toselli); Espinoza, Álvarez, Maripán, Cordero; Medel (Lobos), Costa; Bravo, Rojas, González; Llanos.
Mientras que para los azules la misión es igual de complicada. Tras caer 1-3 en la ida jugada en Quillota, los pupilos de Martín Lasarte deben sacarle brillo a su cartel de "lo damos vuelta".
Con un presente bastante irregular tanto en el Apertura 2015-2016 como en la Copa Chile los laicos deben ganar sí o sí para comenzar a enmendar el rumbo.
Es por eso que Lasarte se la jugaría por completo y pondría al tridente ofensivo de Sebastián Ubilla Gustavo Canales y Leandro Canales para intentar revertir la serie.
En caso de que ambas universidades se impongan por diferencia de dos goles sus duelos se irán a los penales. Una ventaja de tres o más les da los boletos a cuartos de final.
