Casale va a seguir adelante.
EFE
UYUNI.- Definitivamente el ingreso del Rally Dakar a Bolivia no le deparó buena suerte a Ignacio Casale. El piloto chileno de cuadriciclos, que mantenía un paso firme en la cima, fundió su motor y prácticamente le dijo adiós a la opción del título de la categoría.
En el kilómetro 280 de la especial, la máquina Yamaha del santiaguino dejó de funcionar en pleno desierto en una recta.
Sin motivos, el quad del "Perro" dejó de ladrar. Se especuló con un posible abandono, pero finalmente Casale llegó a la meta remolcado por el otro criollo de la serie, Sebastián Palma.
A su llegada al campamento, la amargura era evidente. Pero el chileno tiene un temple tremendo y reveló que se negó a abandonar, pese a la insistencia de la organización.
"Los franceses me pedían que me retirara, que no había más que hacer. Pero yo no les hice caso y seguí. Nunca me daré por vencido. Sabía que Sebastián me ayudaría, algo que agradezco, porque él venía haciendo un buen tiempo", sostuvo a Emol.
En esa misma línea, Casale sentenció que "es lamentable lo que me pasó. Ahora nos enfocaremos en dejar la moto como nueva. Nos demoraremos como 7 horas en arreglarla".
El integrante del equipo X-Raids es realista y ve la corona lejos, considerando que cayó al 14 de la general a una hora y cuatro minutos del líder peruano Alexis Hernández.
Pero Casale advierte que con esto ya no especulará y que su modo de encarar la carrera será más agresivo.
"Ahora pienso positivo y manejaré con todo. Me jugaré todas mis chances de llegar al podio mínimo. Iré por el todo o nada", concluyó el nacional.
