Un encuentro lleno de tensiones y emociones para el "Comandante".
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SANTIAGO.- Un vuelco total en todo sentido. Si tras la dura derrota ante San Luis, Universidad Católica se llenaba de críticas luego de dejar depender de ella misma para obtener el título del Clausura, todo cambió radicalmente en la precordillera.
Mario Salas fue la persona que mas sufrió con la derrota ante San Luis en Quillota, llevándose el repudio de los hinchas quienes no dudaron en pedir su cabeza al ver cómo comenzaba a escaparse otra estrella.
Sin embargo, también fue el personaje que tuvo un festejo más que especial con este giro en el torneo luego de la victoria ante Audax y que le permitió lograr su primer título en el profesionalismo, dejando en el pasado amarguras con Barnechea y Huachipato.
Por eso en el inicio y en gran parte del choque ante Audax Italiano, Salas entró con una mochila cargada en sus espaldas. Los forofos no le perdonaron el flojo cotejo ante los canarios y algunos incluso lo pifiaron cuando sonó su nombre por el altoparlante.
Pasaban los minutos y el adiestrador ya denotaba nerviosismo e impaciencia, ante la nula capacidad de sus dirigidos para llegar con claridad al arco visitante.
Y tras la apertura de la cuenta a los 14 minutos de Audax, los fanáticos descargaron su total furia contra el estratego. "Salas haz algo", "Eres una vergüenza", fueron algunos de los gritos que se dejaron oír fuertemente por la tribuna Sergio Livingstone.
El reloj seguía corriendo y el termómetro subía. Los aficionados le hicieron notar al banquillo local que O'Higgins perdía con Universidad de Concepción. Pero Salas no se inmutaba, provocando más tensión.
"No estás haciendo nada, tienes que hacer cambios rápido. Hasta cuándo..", le enrostró muy cerca de la banca un enfervorizado forofo, quien se ganó un llamado de atención de uno de de los guardias presentes.
En el complemento, Salas prosiguió con su intranquilo ritual en el área técnica: Se agarraba la cabeza, se hincaba, hablaba con su ayudante Leonardo Zamora. Pero no había caso. La suerte no cambiaba.
Hasta que llegó el empate a los 69' de Llanos y el ex Huachipato retomó el alma y prácticamente la vida. Y a partir de ahí, no se sentó más hasta que a los 84 minutos explotó con el tanto de Fuenzalida.
Se abrazó con todos los integrantes del plantel y preguntaba como loco: "¿Cuánto queda en Rancagua?", a su cuerpo técnico e incluso a la gente que más cercana de la tribuna.
Pitazo final de Jorge Osorio. Salas comenzó con los festejos, aunque siempre aguardando por el final en la Sexta Región. Una vez que estalló San Carlos, el técnico cruzado también perdió los estribos y explotó de felicidad, ante las ahora aclamaciones de los hinchas locales. "¡Gracias Profe!", le aplaudieron algunos con claras lágrimas en sus ojos.
El manteo que le propinaron sus dirigidos más el baño con un gran bidón de bebida isotónica fue parte del repertorio de un alocado festejo, que terminó con una rueda de prensa que sin lugar a duda fue la más feliz que ha dado desde que arribó a Las Condes a fines de 2014.
De esta manera, el entrenador consiguió revertir las críticas por aclamaciones, esas que le significaron su primer título como DT en el profesionalismo y vivir una montaña rusa de emociones. La tercera fue la vencida para el "Comandante"....
