Nibali durante el Giro de 2013 que terminó ganando.
EFE
SANTIAGO.- Sus más recientes triunfos en el Giro de Italia (2013) y en el Tour de Francia (2014) hacen de Vincenzo Nibali el "favorito entre los favoritos" para quedarse con la edición 2016 de la carrera italiana, que comienza este viernes en territorio holandés.
A sus 31 años, ha demostrado su excelencia en pruebas de tres semanas y aspira a ganar en la carrera de su corazón por segunda vez, pese a enfrentar a rivales de la talla de su ex compañero Mikel Landa (hoy en el Sky), Alejandro Valverde (Movistar) y Rigoberto Urán (Cannondale).
El líder del Astana regresa a la carrera rosa dos tres años después de su primera victoria y con el mismo objetivo. "Será muy emotivo porque creo que todos los aficionados me están esperando. Estoy muy decidido. Este recorrido del Giro es fascinante y se adapta perfectamente a mis características y quiero afrontarlo de la mejor manera posible", asegura.
Vincenzo Nibali:
"La experiencia (tiene 31 años) podría jugar como una gran ventaja para mí"
"Este va a ser un Giro muy difícil. Y ganar por segunda vez nunca es fácil, pero la experiencia que he acumulado en las grandes vueltas que he disputado, y ganado, podría jugar como una gran ventaja para mí. Una gran vuelta la vives día a día, estudias el recorrido y los puntos clave", añade.
Nibali no menciona a Landa como uno de sus más fuertes rivales, pero sí se detiene en otro colombiano, Estebas Chaves (Orica GreenEdge), y en Valverde. "Pienso en Esteban Chaves, un corredor muy fuerte y joven, y luego, por supuesto, Valverde, un rival muy fuerte y consolidado. Y habrá más por supuesto”, aclara.
El italiano reconoce que en 2015, a estas alturas, estaba luchando por alcanzar su mejor forma: "No hice las cosas bien, había demasiada falta de cuidado y (tenía) demasiados kilos demás. Ya en los entrenamientos me había dado cuenta que mis compañeros estaban delante de mí".
Pero todo ha cambiado. Dice estar de regreso en el Giro en óptimas condiciones y con ganas de correr para ganar. "Me gusta el Giro de este año porque es similar a la edición de 2013. Hay algunas etapas 'con nervio' al principio, pero, por supuesto, todo se decidirá al final en las grandes montañas".
