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De la rabieta de Díaz al llanto de Bravo: Lo que no se vio de la final que coronó a Chile bicampeón

El nuevo título conseguido por la selección nacional, luego de vencer a Argentina en definición por penales, dejó una serie de hechos antes, durante y después de la final disputada en New Jersey.

27 de Junio de 2016 | 08:04 | Por Javier Ugarte, enviado especial a EE.UU.
NEW JERSEY-. El emotivo título que logró la selección chilena de fútbol de la Copa América Centenario, luego de derrotar en una infartante definición por penales a la Argentina de Lionel Messi, dejó una serie de hechos antes, durante y después del duro encuentro disputado en el Metlife Stadium.

Esto es lo que no se vio del inolvidable partido que coronó a la "Roja" bicampeona del continente antes más de 80 mil personas que llegaron al recinto de New Jersey.

"¡Al estadio, al estadio!"


Seis buses repletos de hinchas chilenos salieron desde el terminal de Nueva York al Metlife Stadium para estar presentes en el partido.

Cuando iban ingresando al recinto deportivo muchos de los nacionales gritaban a viva voz "al estadio, al estadio..." Una vez adentro los más de 200 forofos se ubicaron detrás de un arco y no pararon de alentar.

"Países hermanos"


La organización del certamen temía que por la gran cantidad de hinchas de ambos países que llegarían al encuentro podría producirse algún tipo de altercado, pero nada de eso ocurrió.

Muchos chilenos y argentinos compartieron juntos la previa del lance bailando reggaeton o cumbias, cantando o degustando de un contundente asado. "Somos países hermanos y hoy esto es una fiesta, da lo mismo quien gane", decía el bonaerense Piero Bissotto. Obviamente, pocos le creyeron.

El doble del "Pipita"

Entre la gran cantidad de hinchas argentinos que llegaron al Metlife Stadium hubo uno muy especial, Alan Bebchik, el doble del atacante de la "Albiceleste" Gonzalo "Pipita" Higuaín.

Oriundo de La Plata y fanático de Estudiantes, Alan está radicado en Miami y viajó especialmente para la gran final. "Seguro que lo ganamos, con dos goles de Messi", señaló antes del pleito. Claramente, se equivocó, aunque el parecido llegaba a ser jocoso.

Volvieron las pichangas

Lo mismo que se vivió en el estacionamiento del estadio de Boston para el duelo contra Bolivia, en New Jersey también volvieron las pichangas de fútbol.

En varios sectores del lugar se disputaron algunos picados para acortar la previa del cotejo con arcos improvisados y tres jugadores por lados.

La cábala "Centenaria" de Bravo

Aunque el capitán de la "Roja", Claudio Bravo, siempre ha dicho que no es un jugador de cábalas, en la Copa América Centenario tuvo una que cumplió de forma estricta.

Una vez que los jugadores terminaban de entonar el himno y se sacaban la foto oficial, el meta nacional recibía de parte del capitán rival el banderín de su país. En ese momento Bravo corría hacia un costado de la cancha, se lo entregaba a Wilson Vásquez, el conocido utilero de la selección, y lo despedía con un fuerte abrazo. Esto se repitió durante todo el torneo. Cábala centenaria del capitán.

Y el buzo de Charles

Otro seleccionado que también cumplió una cábala durante toda la Copa América Centenario fue el volante Charles Aránguiz.

El jugador del Bayer Leverkusen realizó todos los calentamientos previos a los seis partidos que disputó con el buzo del elenco nacional. Ni el calor de San José, para el encuentro con México, fue un problema para quitárselo.

El entrevero de los técnicos

Casi al término del primer tiempo el técnico de la selección argentina, Gerardo Martino, le reclamó airadamente al árbitro Heber Lopes que amonestara a Arturo Vidal, ante lo cual se entrometió el DT de la "Roja", Juan Antonio Pizzi, que discrepó con su compatriota.

Todo comenzó porque el "Tata" le gritaba al juez que amonestara al volante del Bayern Munich por ingresar sin autorización a la cancha. Y "Macanudo" corrió para defender a su dirigido y recriminarle al ex estratego del Barcelona que al nacional "lo bajaron con una tremenda patada". Hasta el cuarto árbitro tuvo que intervenir para que la discusión entre ambos estrategas no pasara a mayores.

La rabieta de Díaz

Falta de Marcelo Díaz contra Lionel Messi. El volante de la "Roja" recibe la segunda tarjeta amarilla y es expulsado del partido. Chile perdía a uno de sus hombres fuertes del mediocampo.

Y abandonó con rabia, y mucha. Antes de dejar el campo las emprendió contra el cuarto árbitro, gesticulaba asegurando que no había hecho nada. Luego llegó a la puerta que conduce al sector de vestuario, pero se negó a salir. Para peor, pateó una pared con mucha fuerza y un oficial de la organización lo intentó calmar, aunque el formado en la U seguía con furia y no quería dejar de ver el encuentro.

Finalmente, tras 12 minutos de diálogo Díaz se fue a las duchas. El diálogo se tranquilizó y se retiró a camarines.

El llanto del capitán


Termina la tanda de penales y el arquero y el capitán de la selección, Claudio Bravo, corre hacia un sector donde había más de 300 hinchas nacionales. La "Roja" se coronaba bicampeona de América y el jugador del Barcelona no aguantaba la emoción.

Se arrollidó y levantó los brazos en acción de agradecimiento, mientras sus compañeros lo abrazaban. El meta comenzó a llorar, la alegría era desbordante, pues nuevamente hacía historia en una definición por penales.

Alexis y la familia de "Macanudo"

Mientras el plantel nacional celebraba con la copa y los hinchas de la "Marea Roja", Alexis Sánchez, se mantenía al centro del campo junto a miembros de la delegación. La razón: un esguince del tobillo izquierdo le impedía correr.

Y fue en ese momento de tranquilidad del atacante del Arsenal cuando llegó la familia de Pizzi, junto al entrenador rosarino, y el propio DT le pidió sacarse una foto con su grupo familiar. Obviamente el tocopillano accedió de inmediato a la orden del "jefe".
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