SANTIAGO.- Un verdadero terremoto es lo que se vive en el fútbol argentino. Es que si algo no falta hoy en día en el balompié trasandino son problemas.
La derrota ante Chile en la final de la Copa Centenario fue el inicio de una gran tormenta. Tras perder su segundo título a manos de la "Roja" en manos de un año, el escándalo no demoró en estallar.
Primero fue la renuncia de su máxima figura. Finalizado el partido en Estados Unidos, Lionel Messi tiró una bomba renunciando a la selección.
"La selección no es para mí, ya está, lo intenté mucho, más encima me tocó errar el penal, es por el bien de todos, es una decisión tomada. La selección se terminó para mí", dijo el delantero del Barcelona.
Más complicado aún es que la renuncia de la "Pulga" podría acarrear la salida de otros jugadores como Sergio Agüero o Javier Mascherano, quienes seguirían el camino del atacante.
Los días pasaban y mientas las suplicas para el retorno de Messi suman y siguen, una nueva bomba estalló en el fútbol argentino: La renuncia de Gerardo Martino.
Cansado de los problemas que vive el balompié trasandino, el entrenador comunicó su decisión de dejar el cargo, todo a un mes del inicio de los
Juegos Olímpicos, donde ya se confirmó que Julio Olarticoechea será el encargado de dirigir a la selección trasandina en caso de confirmar su participación.
Precisamente, la cita de los cinco anillos detonó la salida de Martino, ya que hoy en día la presencia de la "Albiceleste" juvenil está en duda a raíz de que no han podido reunir a los jugadores por la crisis de la AFA.
Claro, es que el último punto parece ser el gatillante de todo. La crisis de la AFA, intervenida por la FIFA, tiene al fútbol argentino por el piso. Los problemas económicos han golpeado fuerte lo deportivo y las consecuencias están a la vista.
A un mes de los JJ.OO. y dos de las Clasificatorias, Argentina está derrumbada, y peor, aún sin entrenador y con su máxima figura fuera del seleccionado. Un desastre.
