DORTMUND.- Con su gol que abrió el camino de la victoria que le dio un nuevo título al Bayern Munich, Arturo Vidal respondió a toda la locura que generó su presencia horas antes del arranque del final de la Supercopa.
El volante chileno tuvo una jornada brillante en la que demostró la razón por la cual es uno de los preferidos de la hinchada bávara, que no se cansó de halagarlo antes, durante y después del compromiso.
Pese a que el duelo se jugó en Dortmund, por minutos daba la impresión de estar camino hacia el mismísimo Estadio Nacional.
A una hora del pitazo inicial, miles de hinchas caminaban rumbo al Signal Iduna Park vistiendo el número 23 del formado en Colo Colo a sus espaldas.
Y de todas las edades: De niños a adultos dejaban lucir su fanatismo por Vidal, al son de encendidos cánticos. "Es el mejor volante del mundo", respondieron varios fans al ser consultado por su aporte.
Ya dentro del estadio, el clamor por el chileno se hizo más patente: Apenas saltó a realizar los trabajos de precompetencia, los aficionados del Bayern vitorearon su nombre con todo.
Con el correr del partido, el fervor fue creciendo. Y esa efervescencia tuvo su punto de clímax cuando el ex Juventus marcó la apertura del cuenta en el segundo tiempo.
El sector del codo sur se vino abajo y la locura por el oriundo de San Joaquín estalló. Vidal respondía con creces a su estándar de ídolo y la fiesta sólo se vio opacada por su salida a los 70 minutos producto de una lesión.
Ahí acabó el partido para el volante. Pero de lo que no hay dudas es que por el momento este romance con la hinchada del Bayern está lejos de terminarse...
