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Los detalles de "película" del escándalo del ecuatoriano Enner Valencia: Oculto y siempre vigilado

El seleccionado, que jugó ante Chile, estuvo cerca de ser detenido y tuvo que ser resguardado en todo momento en el estadio Olímpico Atahualpa.

07 de Octubre de 2016 | 20:00 | Por Claudio Ortega. enviado especial a Ecuador
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Enner Valencia salió del estadio en ambulancia.

Reuters
QUITO.- Más allá de la gran victoria de 3-0 de Ecuador sobre Chile por las Clasificatorias, la jornada estuvo marcada por el escándalo que envuelve a Enner Valencia.

El seleccionado de la "Tri" tenía una orden de detención por no pagar la pensión alimenticia de su hija desde el día antes al duelo ante la "Roja", donde intentaron llevarlo preso, pero no lo consiguieron.

En Ecuador pensaban que luego de eso el jugador solucionaría sus problemas judiciales, sin embargo, eso estuvo lejos de ocurrir, pues horas antes del encuentro nuevamente la policía trató de detenerlo ahora a la entrada del estadio Olímpico Atahualpa. Todo un escándalo.

Esas imágenes dieron la vuelta al mundo y los periodistas locales a esa altura ya hablaban de un "papelón". Pocos defendían al delantero del Everton, ya que esto "se escapó de las manos".

Y si su llegada el Olímpico Atahualpa fue escandalosa, lo que pasó luego fue insólito. Miembros de seguridad que estuvieron al interior del recinto cuentan desconocidos detalles de toda esta caótica situación.

"Apenas Enner ingresó al estadio trataron de esconderlo para ver si encontraban alguna solución rápida antes que la policía llegase nuevamente a tratar de detenerlo. Parecía película de acción, las personas de la delegación de la selección corrían de un lado a otro", detallan.

Según trascendidos, el jugador estuvo varios minutos en una sala antes de tener una resolución sobre su presencia en el encuentro. Mientras esto pasaba, la policía rondaba los distintos sectores del estadio.

"La policía sabía que algo podía pasar. Si habían protegido a Valencia al llegar, también lo harían al salir. Se redobló la seguridad y se armó un operativo especial. De verdad parecía estar en un película", sostiene un espectador de los hechos.

Todo el caos llevó a dudar de la titularidad de Valencia, aunque finalmente el técnico Gustavo Quinteros apostó por él, amparado en un aviso de la federación local que no había inconvenientes.

Incluso, se dijo que el ente rector del fútbol ecuatoriano podría asumir la deuda de 17 mil dólares del delantero y que se lo descontaría de sus premios por las Clasificatorias, pero eso nunca se confirmó.

Ya con el atacante como titular, fuera de la cancha se trabajaba en una estrategia para evitar su detención una vez que terminara el partido, algo que a esa altura parecía casi imposible de impedir.

"Los delegados de la selección andaban de un lado a otro, entraban en una sala y en otra, llamaban por teléfono a cada rato. Claramente algo estaban coordinando", explican.

También cuentan que desde el cuerpo técnico se pidió vigilancia especial por si algo raro pensaba durante el duelo o al momento del entretiempo. La preocupación era extrema, pues había miedo de que el escándalo fuera aún mayor.

Mientras todo esto pasaba, algo se estaba tramando, pero nadie sabía qué. Al menos hasta que el escándalo sumó otro nuevo e inverosímil capítulo. Valencia se lesionó, fue sacado en camilla de la cancha y luego le pusieron oxigeno.

Hasta allí todo bien, pero cuando el carro camillero comenzó a acelerar y hacia la ambulancia estalló el caos. Una decena de policías comenzó a correr detrás del jugador para detenerlo. Pero ya era tarde, lo subieron en la ambulancia y lo sacaron del estadio. Para no creer.

Desde la federación ecuatoriana descartaron la teoría de una fuga y aseguraron que la salida de Valencia fue únicamente por problemas médicos. "Necesitaba atención", se excusaron.

A esa altura el nombre de Enner Valencia ya daba la vuelta al mundo...
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