SANTIAGO.- Dicen que el show debe continuar, sin embargo, no siempre se puede, menos aún luego de una tragedia tan grande como la que acabó con la vida de gran parte del plantel del Chapecoense.
Pero al parecer no todos entienden, ni menos se colocan en los zapatos de lo que hoy vive el club. O eso se desprende de la polémica que ha estallado en Brasil.
Sucede que el presidente de la federación del fútbol local (CBF), Marco Polo del Nero, solicitó a la directiva de la institución jugar sí o sí el último partido de la Liga ante el Atlético Mineiro, el que ya fue aplazado para el domingo 11 de diciembre.
"Hablé con Del Nero sobre el tema. Me dijo: 'Ese encuentro tiene que jugarse, tiene que ser una gran fiesta'. Le respondí que no tenemos 11 jugadores y me respondió que teníamos a los jugadores que se quedaron y los juveniles", explicó vicepresidente del Chapecoense, Iván Tonzo.
Las críticas en Brasil no tardaron en llegar, ya que muchos consideran inoportuno jugar ese compromiso luego de la tragedia que sufrió el club.
Pero no es lo único. En las últimas horas han existido críticas por la decisión de reprogramar la fecha de este fin de semana luego de la tragedia en Colombia.
Las versiones apuntan a que en el cierre del Brasileirao, que ya tiene al Palmeiras campeón, se está definiendo el descenso y que hay equipos que están presionando por la reprogramación de la fecha.
Es más, los medios brasileños citan unas controvertidas declaraciones del vicepresidente del Internacional, Fernando Carvalho, quien criticó duro la postergación de los partidos.
"Que se haya aplazado el final del torneo y que se pueda volver a aplazar puede ser perjudicial para nosotros. Se entiende la tragedia, pero nosotros tenemos la nuestra, que es escapar del descenso", lanzó.
Y cerró: "La solidaridad es unánime, pero el retraso de la fecha traerá situaciones embarazosas que luego se tendrán que comentar".
