El número 8 de la selección juvenil irrumpió con todo en 2016 siendo bicampeón con Católica.
Martín Gutiérrez, Emol
SANTIAGO.- Es una calurosa tarde en el Complejo Deportivo de la ANFP ubicado en Quilín. El termómetro sobrepasa claramente los 30° grados, sin embargo, eso parece no importarle a un cúmulo de jóvenes futbolistas que se entrena con mucho entusiasmo a pleno sol.
Es la selección chilena Sub 20 de Héctor Robles que trabaja duro antes de viajar a Ecuador para afrontar el Sudamericano de la categoría, torneo en el que debutará este 20 de enero frente a Brasil.
Entre los 25 nominados, destaca la presencia de Jaime Carreño, de apenas 19 años, pero con un recorrido de jugador adulto. Bicampeón con Universidad Católica, aportó tanto en las consagraciones del Clausura como del pasado Apertura, aunque en éste último perdió protagonismo. "No jugué como en el primer semestre, pero fue un año muy bueno. Estoy tranquilo", asegura con un tono muy aterrizado.
Junto a Francisco Sierralta y Richard Paredes (Palestino) y Jeisson Vargas (Estudiantes), son los únicos con experiencia en el concierto internacional: Los cuatro vieron participación en la última edición de la Copa Sudamericana.
Con estos pergaminos, el oriundo de Recoleta aparece como uno de los grandes referentes del seleccionado que volará este fin de semana rumbo a Quito.
- ¿Cómo se están preparando en estos días previos antes de emprender el viaje?
"Nos estamos entrenando día a día y hay mucha ilusión. Veo al equipo muy comprometido con la opción de hacer un excelente torneo y representar al país. Queremos demostrar el por qué estamos acá y poder clasificar al Mundial".
- En las prácticas que han realizado aquí en Quilín se ha visto un plantel muy compenetrado. ¿Qué tan unidos están como equipo?
"Somos un grupo que tiene muchas ganas y hambre. Que quiere lograr cosas importantes. Desde los 10 años que jugamos algunos juntos, otros en contra. Hay muy buena relación entre todos. Es importante la unión y disciplina en el grupo. Acá la figura es el equipo, no hay jugador clave. Si remamos todos al mismo lado, podemos lograr cosas importantes".
- En la UC eres dirigido por Mario Salas, un técnico con experiencia en Sub 20. ¿Te ha transmitido sus vivencias?
"Es importante que él haya estado en procesos anteriores. El 'profe' Mario nos deseó mucha suerte. Que confiáramos en nuestro juego y que estuviéramos tranquilos, que los Sudamericanos sirven como gran vitrina para el futuro. Habrá mucha gente mirándonos".
El espejo del "Pitbull" y la presión por ser el recambio
- ¿Te imaginaste ser parte de una selección cuando eras niño y jugabas en Recoleta?
"La verdad que no. No miraba más allá, nunca imaginé integrar una selección. Yo jugaba solo por divertirme, con mis amigos en el barrio. De a poco se fue dando. Primero en Santiago Morning y luego en Católica, donde crecí y fui viendo y motivándome con la carrera que hacía Gary (Medel). Esa es la motivación que te dan los más grandes".
- ¿Qué rol tiene en tu familia en tu carrera futbolística?
"Mi familia ha sido clave en mi carrera. Su apoyo ha sido fundamental para donde estoy hoy. Mi madre Milena desde chico me apoyó con el sueño de ser futbolista. Todos mis logros van dedicados para mi familia y mi polola (Isidora)".
- ¿Cómo asumen la presión de tener que ser el recambio de la "Roja" adulta?
"Tranquilo. Somos distintos. Lo que están logrando enorgullece a cualquier chileno y uno los sigue. Nosotros queremos llegar al nivel que están teniendo ellos, pero primero tenemos que abrochar nuestro sueño de llegar al Mundial".
Entre sueños y presiones, Carreño aspira a hacer historia en el próximo Sudamericano, donde para avanzar al hexagonal final, Chile deberá sortear con éxito una complicada zona junto al local, Brasil, Paraguay y Colombia.
