LA PAZ.- Se respira tranquilidad en la capital de Bolivia. El Rally Dakar llegó a su día de descanso, donde los competidores aprovechan para reponerse tras un semana de intensa competencia, y los motores rugen con menor intensidad mientras todo se mueve con más calma en el campamento.
Pero uno que no para nunca es el director del Dakar. El francés Etienne Lavigne sigue moviéndose a toda máquina para seguir ajustando los detalles del evento, el cual después de cancelar una etapa debe seguir bajo revisiones ante las condiciones climáticas del país altiplánico.
Sin embargo, el galo no tiene reparos en hablar sobre el futuro de la competencia, donde asegura espera volver a ver a Chile dentro del trazado por el cual los pilotos hagan rugir el terreno a su paso.
"Obviamente estamos abiertos a todas las propuestas de los países para recibirnos. Sabemos que tanto en Chile como en Perú hay terrenos de tipo desértico muy interesantes para la competencia. Justo después de esta edición vamos a tocar la puerta de cada país para saber si está la voluntad de recibirnos en el futuro", confesó la máxima autoridad del evento.
Sin embargo, Lavigne precisó que la determinación final no sólo depende de la organización, sino que aseguró que debe existir una voluntad política para poder volver a contar con territorio chileno en el Dakar.
Aunque aquella no fue la única alusión sobre nuestro país que tuvo el francés. El directivo fue categórico al asegurar que "hoy tenemos en la clasificación en moto a Pablo Quintanilla, el campeón del mundo de la disciplina. Es increíble, él puede ganar el Dakar. Eso es una realidad".
La cancelación de la etapa
Ayer sábado se vivió una jornada distinta del Dakar. Esto porque debido a las fuertes lluvias que cayeron en Oruro y La Paz, la sexta etapa de la competencia debió cancelarse. Y frente a ello el director de la carrera no tuvo dudas a la hora de tomar la determinación.
"Fue realmente muy complicado para nosotros, porque armar una etapa de 500 kilómetros en las condiciones climáticas que encontramos era imposible. Encontramos muchos problemas de logística, de seguridad, con la lluvia la pista quedó impracticable y realmente fue la mejor decisión para todos, porque no vale la pena arrancar la competencia en este tipo de condiciones", argumentó.
Y teniendo en cuenta que en la capital de Bolivia las lluvias, aunque menos intensas, no han cesado, Lavigne confesó lo que se viene para la carrera. "Sabemos que en este Dakar vamos a encontrar condiciones difíciles. Pero vamos a estudiar la evolución del clima. Tenemos vehículos dentro de la especial de lunes y martes para recuperar información sobre el terreno y después nos vamos a rearmar dependiendo de la evaluación que hagamos".