La frustración de Sampaoli por el resultado.
EFE
SANTIAGO.- Un milagro era lo que necesitaba el Sevilla para avanzar a los cuartos de final de la Copa del Rey. Y pese a que en un principio surgieron algunas esperanzas, finalmente el resultado fue insuficiente.
El cuadro dirigido por Jorge Sampaoli igualó 3-3 con el Real Madrid en la revancha del torneo hispano, lo que no le alcanzó para avanzar a los cuartos de final considerando que venían de perder 3-0 en el duelo de ida.
Sin embargo, el comienzo que tuvo el equipo "sevillista" dio para ilusionar, luchando a muerte cada balón, presionando incesantemente y atacando con gran dinamismo y verticalidad, al más puro estilo del técnico casildense.
Y dicha fórmula rápidamente dio resultados. A los 9 minutos, Danilo desvió mal un centro desde la derecha y terminó anotando en su propio arco, lo que esperanzó a sus seguidores de que el milagro podía lograrse.
No obstante, el Madrid pudo diluir la ofensiva del Sevilla y aguantar el resultado durante todo el primer tiempo. Y de hecho, el complemento lo empezarían anotando la igualdad gracias a un golazo de Marco Asensio, a los 48.
La anotación de los "merengues" fue como un balde de agua fría para los pupilos de Sampaoli, ya que gracias al gol de visitante debían sacar una diferencia de a lo menos cuatro tantos.
Pese al difícil panorama, las ilusiones seguían intactas. Estas se vieron aumentadas con los goles de Stevan Jovetic a los 53', e Iborra a los 77'. Faltaban sólo dos dianas más para lograr la anhelada clasificación.
Pero aparecerían los estandartes del Real. A los 83', Sergio Ramos picó un penal y anotó el 3-2. Y diez minutos después, en el 93', Karim Benzema realizó una tremenda jugada personal y anotó el 3-3 definitivo, lo que además le sirvió a su escuadra para mantener un histórico invicto de 40 partidos.