SANTIAGO.- "Esto se va a descontrolar, esto se va a descontrolar". Ese fue el grito que sonó más fuerte en el camarín de la selección chilena de Balonmano tras su histórico triunfo sobre Bielorrusia en el debut del Mundial de Francia.
Y es que la gesta no fue menor. Pro primera vez un combinado nacional ganó un partido en la fase grupal de una cita planetaria. Por eso la algarabía.
El encargado de grabar fue uno Emil Feuchtmann, uno de los hermanos que son figuras. Arranca tranquilo, comentando el partido. Luego ingresa a los vestuarios del Palais des Sports de Rouen en Francia y ahí se ve a todo el equipo sentado.
Y ahí se desata la locura. Jugadores y cuerpo técnico abrazados, gritando y celebrando. Motivos habían de sobra.
Ahora Chile se prepara para su segundo duelo, a disputarse el domingo contra la poderosa Alemania.