Hoy la vida le sonríe a Mirjana Lucic.
EFE
SANTIAGO.- La vida hoy le sonríe a Mirjana Lucic. Y cómo no, si está en las semifinales del Abierto de Australia, sorpresa para ella y también para todos los seguidores del deporte blanco.
A sus 34 años, la tenista croata eliminó a Karolina Pliskova, número 5 del mundo, regresando a la ronda de las 4 mejores en un Grand Slam tras casi dos décadas.
La felicidad después de su triunfo lo decía todo. Manos empuñadas, festejo y de rodillas al suelo agradeciendo su victoria. Las lágrimas de emoción también se hicieron presente para la hoy N°79 de la WTA.
Su festejo no sólo tenía que ver con volver a una semifinal de un Grand Slam después de tanto tiempo, también con un descargo personal. Su historia de vida ha sido dura, muy dura.
Retrocedamos en el tiempo...
Con sólo 16 años, Lucic ganaba el título de dobles del Abierto de Australia junto a Martina Hingins y a la temporada siguiente llegaba a las semifinales de Wimbledon. A tan corta edad, ya se alzaba como la gran promesa del tenis croata.
Pero así cómo llegó rápidamente a hacerse conocida y a ubicarse número 33 del ranking mundial con menos de 18 años, la joven jugadora comenzó un meteórico descenso hasta desaparecer de primera plana. ¿Qué pasó?
Según relató la propia jugadora, hace unos años en una entrevista con el diario Slobodna Dalmacija, los maltratos de su padre truncaron su carrera. Y no sólo eso. También lo acusó de robarle el dinero que había ganado a tan corta edad.
Su papá, Marinko Lucic, quien compitió en el decatlón para la ex Yugoslavia, se obsesionó con que su hija fuera la N°1 del mundo, tanto así que no midió consecuencias.
La propia tenista contó que a sus 14 años recibió un duro castigo tras un torneo de juniors en Milán. "Me pegaba o me gritaba luego de cada partido, no importa si ganaba o perdía", recordó.
También reveló que una vez fue víctima de una golpiza por cerca de 40 minutos en el baño de un hotel y que cada vez que era maltratada su padre luego le daba dinero para comprarse un helado.
Lucic aguantó y aguantó, pero cuando su papá agredió a su madre y amenazó con matarla, ella dijo basta. Junto a su mamá y sus cuatro hermanos huyeron una madrugada rumbo a Estados Unidos. Aquel día la historia de maltratos y tortura acabó.
Años después la croata intentó regresar nuevamente con todo al circuito luego de un período con participaciones en torneos de menor competitividad.
El renacer
Su vida empezó a mejorar y en 2011 los resultados empezaron lentamente a volver después de casarse con el italiano Daniele Baroni. Sin embargo, aún estaba lejos de lo que se esperaba de ella cuando era una juvenil.
En el US Open 2014 dio una prueba de su recuperación al avanzar hasta los octavos de final. Además, volvió a formar parte del Top 100. Todo eso hasta ahora.
En el presente Abierto de Australia, Lucic volvió a renacer. No sólo eliminó a la cinco del mundo, también se instaló como la gran sorpresa de las semifinales.
Su siguiente rival será la histórica Serena Williams, segunda preclasificada y favorita al título. Habrá que ver si la croata da otro golpe y por primera vez se instala en la final de un Grand Slam, ya con 34 años.