Otra generación perdida. Chile fuera del Sudamericano y del Mundial.
Aton
SANTIAGO.- Un fracaso. Una decepción. Así nomás fue la participación de la "Roja" Sub 20 en el Sudameriocano de la categoría. El equipo dirigido por Héctor Robles cayó 1-0 ante Colombia en su último partido en el Grupo A y cerró como colista de la zona.
Lo de este jueves fue solo alargar la agonía de un equipo que en 360 minutos de campeonato no mostró nunca una idea de juego, ni menos alguna individualidad que pudiera cambiar el rumbo de una escuadra que no dejó nada, pero nada positivo para el análisis.
Antes del duelo frente los cafetaleros supuestamente el equipo se había prometido salir "con todo" a este lance, jugarse las últimas chances que le quedaban de avanzar al hexagonal final. Si ganaban por dos goles de diferencia se metían en la siguiente ronda del certamen.
Para eso tuvieron 90 minutos, pero ni aunque hubieran jugado 90 más estaban para cambiar la historia. Juego cancino, deslavado, sin agresividad y con pocas oportunidades de volcar el futuro terminaron por sacar a la "Roja" del Sudamericano.
Rápido se comenzó a sentenciar la eliminación. A los 5', Ener Valencia anotó el único gol del partido, después de una jugada en la que los defensas chilenos sólo miraron como el jugador colombiano mandaba el balón al fondo del arco, además con una lenta reacción del portero Collao.
Pese al tanto, como que Chile no reaccionó y se quedó pasmado en la cancha, con un juego lento, sin chispas, sin sorpresas para llegar al arco rival.
Más allá de una que otra llegada con balón detenido, o algún intento personal, el equipo de Robles mostró poco, muy poco, tal como en sus cuatro partidos en el torneo.
Con esta caída, la "Roja" cierra su participación en el evento con sólo dos puntos, gracias a dos empates, ante Brasil y Ecuador, los que se suponían los conjuntos más fuertes de la zona. Y los números indican también que se anotaron nada más que dos goles en cuatro duelos. Muy poco.
Y así la atrevida promesa de Robles de ir a ganar el Sudamericano se quedó nada más que en la intención, porque en la cancha nunca se vio siquiera una actitud que los llevara a ese éxito. Más aún, al final el equipo se quedó con 10 hombres, por expulsión de quizás el mejor de la participación, el defensa Francisco Sierralta.
Tras esto, el Mundial de Corea del Sur fue solo una utopía...
