El primer gran triunfo de Squella.
Cristian Carvallo, El Mercurio
SANTIAGO.- Es el segundo ministro mejor evaluado del Gobierno y hoy, 75 días después de asumir como en la cartera de Deportes, Pablo Squella ya puede decir que consiguió su primer gran objetivo. Él, junto con Neven Ilic del Comité Olímpico de Chile, presentaron la propuesta al Ejecutivo para postular a ser sede de los Juegos Panamericanos del 2023. Y lo consiguieron.
No esconde que costó. Hace una semana, y cuando todos hablaban de que la respuesta sería negativa, él aún mantenía esperanza. Confiaba en que el proyecto seduciría a la Presidenta Michelle Bachelet.
"No se trataba de convencer, el Gobierno, y particularmente la Presidenta siempre ha sido la principal apoyadora para las actividades deportivas. Ha hecho mucho. Nuestra obligación como Ministerio y COCh era presentar un buen proyecto para que pudiera sumarse el Gobierno y aceptar, era una deuda histórica", cuenta a Emol justo antes de salir de vacaciones para aprovechar de estar con su nieto recién nacido, y quien es hijo del atleta Tomás Squella y de la gimnasta Makarena Pinto.
- Hoy ya puede respirar más tranquilo, fueron días muy complicados y de negociaciones. ¿Cómo lograron desnivelar la balanza a su favor?
"Estoy muy satisfecho del trabajo que hemos realizado desde octubre. Hicimos una propuesta de tres escenarios y en definitiva debimos elaborar en conjunto con Hacienda un cuarto. Ese fue el que nos abrió la puerta para convencer a la Presidenta y presentarle algo realista, austero, pero que signifique organizar unos buenos Panamericanos y Parapanamericanos".
- Usted asumió hace muy poco. ¿Con qué panorama se encontró cuando llegó al Ministerio?
"El trabajo se había iniciado en octubre, estaba bastante avanzado y a este proyecto se le hicieron pequeños ajustes. Y en virtud de la realidad económica y del análisis que hizo Hacienda de aquí al 2023 pudimos acotar y presentar un proyecto más aterrizado, no nos tiramos de frentón con los 'mega Juegos Panamericanos' que se podría haber desarrollado. Consideramos que era una apuesta muy ambiciosa que no estaba acorde con la realidad del país. Como dije antes trabajamos en tres escenarios. Uno al estilo Toronto, el segundo al estilo República Dominicana y el tercero más austero. En todos ellos se trabajó con inversión en la Villa, una inversión sustantiva. En el cuarto escenario también hay recursos destinados a la Villa Olímpica, pero ahí también con participación de privados".
- Ahora ya viene la segunda etapa, la de la competencia con Argentina. ¿Cuántos son los recursos destinados al proyecto?
"200 millones de dólares, eso tiene que ser acotado. Las cuentas que sacamos son 50 mil pesos de alimentación por personal al día. Hay algunos ítems que nos tiramos más arriba que otros, y otros más bajos. Para eso necesitamos una proyección precisa y saber cómo va a ser el programa de los Juegos. Saber cuántas personas estarán en la Villa Panamericana, cuántas camas. 10.500 personas que van venir en total, pero no todas estarán acá, se van rotando".
- ¿Cómo será la Villa?
"Tenemos que determinar cuál va a ser el estándar de la Villa, sí en virtud de eso caben viviendas sociales o bien unas de más estándar. Lo más probable es que después haya una licitación para llamar a los privados y se puedan construir viviendas que luego se vendan".
- ¿Habrá alguna otra sede además de Santiago?
"Santiago será la principal. Y se sumarán Valparaíso con Curauma y otros deportes en Rancagua. Tenemos un perímetro de 100 kilómetros que podemos movernos. Hay que considerar si se habilita un sub sede de alojamiento para los que están en Valparaíso o Viña, verlo con la Escuela Naval, es totalmente factible. Yo lo he vivido personalmente cuando participé en los Juegos de Indianápolis nos quedamos en un regimiento de excelente nivel".
- ¿Qué otros recintos tienen previstos que reciban las actividades?
"Tenemos las mejores canchas de golf de Sudamérica. Atletismo y fútbol en el Estadio Nacional. Pero fútbol también pueden ser en Rancagua y Valparaíso. Infraestructura hay y va a ser mejorada. Y otra habilitada, como Estación Mapocho que está considerado, podríamos hacer ahí un evento, como esgrima, voleibol. Por eso hay que ir armando el programa y respecto a eso el recinto".
Confianza en ganar y un emotivo recuerdo
- La última vez que Chile se presentó a una candidatura llegó irradiando confianza de que ganaría. Pero no, se fracasó. ¿Qué se hará ahora para que no se repita eso?
"Estábamos preparados para el 2019, pero Lima ya había trabajado durante muchos años, esa era su segunda postulación. Partiendo de esa base ya tenía más puntos a favor. Nosotros estamos en esa posición, incluso más fortalecidos porque tenemos la experiencia de organizar megaeventos como los Odesur, que fue la gran puesta a prueba, no fue un evento perfecto, pero que a la luz pública salió perfecto. Jamás se pensó que iban a colmarse los estadios, gente quedó afuera, eso hay que preverlo".
- ¿En qué se ha mejorado en estos años?
"Hay mucha experiencia acumulada positiva, los Sudamericanos Juveniles y la experiencia que ya llevamos en muchos años como Ministerio e IND en la organización de los Juegos Escolares Nacionales".
- Finalmente, ¿hay plena certeza de que estarán los recursos? Las últimas dos veces que Chile fue elegida sede terminó rechanzano por temas económicos.
"Solamente una vez Chile se bajó por problema económico. En la segunda no. Yo soy fiel testigo de eso porque fui una de las personas que en la misma sala donde estábamos ayer informando que seremos candidatos, defendí la realización de los Panamericanos del 87 ante los asesores del General Sergio Badiola (ex director de Digeder) y junto con Luis Schneider".
- ¿Dolió eso?
"Eso fue el 83 y no se rechazó por problemas económicos, eso dijeron, pero eran problemas políticos. Nos dijo que estábamos en evidente guerra con Argentina, entonces se suspendían. Emblemático que en la misma sala donde perdimos una vez su organización haya anunciado que postularemos".