El rostro de Arsene Wenger lo dice todo. No lo podía creer.
AP
SANTIAGO.- Estrepitosa. Así puede catalogarse la dura derrota 5-1 que sufrió el Arsenal a manos del Bayern Munich en la ida de los octavos de final de la Champions League.
Un resultado que refleja el mal cometido realizado por el cuadro "Gunner", quienes fueron ampliamente superados en el segundo tiempo, donde los "bávaros" anotaron cuatro de los cinco goles.
De hecho, para el técnico del Arsenal, Arsene Wenger, "lo más importante en la segunda mitad fue que perdimos a (Laurent) Koscielny muy rápidamente", quien salió lesionado cuando el partido iba 1-1.
"De repente parecía que todo se derrumbó. Fue difícil mentalmente (...) Yo no busco excusas. Es una explicación porque nos parecía que estábamos bastante sólidos defensivamente hasta antes de su salida", complementó el estratega del equipo londinense.
Además, el DT francés sostuvo que "después del entretiempo tuvimos dos grandes chances para quedar 2-1 arriba. Al volver a la cancha jugamos bien. Tuvimos mala suerte en el segundo gol. En general, debo decir que ellos son mejor equipo que nosotros, jugaron muy bien en el complemento y nosotros bajamos el nivel".
Asimismo, al ser consultado sobre su estado de ánimo tras el compromiso, Wenger no quiso dar mayores detalles, aunque confesó
estar "decepcionado".
Por último, cuando se le preguntó si necesitaban un milagro para avanzar a la siguiente ronda del certamen europeo, el francés manifestó que "sí, pero primero debemos recuperarnos y luego pensar en el próximo partido".