SANTIAGO.- "Woliver", "Chispa", "Benja" y el "Ferra" entran en fila india a la sala. Vestidos bien a la moda y con cortes de pelo similares, los cuatro ingresan apurados, hoy tienen poco tiempo y una agenda copada de actividades. Sentados en la mesa de centro, se miran y se ríen; amigos cómplices de una experiencia que sólo ellos entienden.
Con esos apodos se reconocen entre ellos. Se llaman Oliver Rojas, Pedro Campos, Benjamín Cam y Matías Ferrari, respectivamente. Y la felicidad de haber hecho historia no la esconden: Son parte de la "Roja" Sub 17, la que después de 20 años se ganó en la cancha su entrada al Mundial de la categoría.
Vinieron para una entrevista en vivo. Los cuatro son auspiciados por la marca deportiva Puma. Mientras esperan, lanzan algunas miradas al piso. Aún tímidos, hasta que se les pregunta cuáles son sus ídolos de la selección adulta.
"El de 'Chispa' es Jean Beausejour", dicen entre risas los compañeros, por el parecido físico de Campos con el jugador de Universidad de Chile.
En la conversación al aire sólo estarán Campos y Rojas. Aunque querían estar los cuatro en la conversación hay espacio para dos de ellos. Recién ahí el cuarteto se dispersará. Hoy son así, inseparables, pero hace dos meses ni siquiera se hablaban.
Sin embargo ahora cada miembro del equipo tiene un personaje. Por ejemplo, al mencionar al más chistoso del plantel todos corearon el nombre de Oliver Rojas. El joven volante se defiende y dice que "molesto en general a todos, trato que el grupo esté siempre contento, eso igual nos une harto".
En el equipo que dirigió Hernán Caputto, donde sellaron su paso al certamen en Asia como segundo lugar del hexagonal, Rojas admite que no se sienten como otros jóvenes. "No podemos hacer cosas que la otra gente de nuestra edad hace", dice, y su compañero Campos es aún más directo: "además nosotros tampoco vamos a fiestas", cuenta el risueño delantero de la "Rojita".
El técnico argentino siempre los guío bajo el lema de ir "paso a paso". Pero, cuando se les pregunta si esa fue la clave de haber logrado la clasificación, siguen soltando carcajadas. Son todavía unos niños y casi sin darse cuenta lograron una elogiable hazaña en el fútbol nacional.
Música, celulares y el país asiático
Por costumbre, la música siempre ha sido el acompañante ideal en las concentraciones. En el grupo todos coincidían en los gustos musicales y lo que más se escuchaba era el reggaetón y, contrario a otras selecciones, aquí todos hacían de DJ; cada uno llevaba su parlante.
El estratega argentino buscaba llegar al grupo de la forma más pedagógica posible. Era una relación con muchos tintes paternales, que incluía drásticas reglas: por ejemplo, en las concentraciones el celular se tenía que entregar.
"Antes de empezar los entrenamientos pasaba un canasto donde había que dejarlo", cuenta Rojas. Y su compañero Matías Ferrari dice que las obligaciones las asumieron sin discutir. "Incluso nosotros mismos íbamos a dejar el celular, sentíamos que nos hacía bien al grupo".
"Pudimos descansar mejor y nos sirvió para conocernos más entre nosotros. Estuvimos de acuerdo con la medida, era algo que nos iba a servir. Solo veíamos a nuestra familia en el estadio", relatan.
Una vez clasificados, casi como unos alumnos responsables hicieron la tarea y recopilaron información de ese lejano país llamado India.
Todos se apuran de dar conocer sus descubrimientos. "Está a 17 mil kilómetros". "Allá la cultura es diferente, por ejemplo las vacas son sagradas"."Nos pusimos a ver documentales". "Ahí está el Taj Majal", cuenta los seleccionados, quienes irán a la cita planetaria en el mismo continente donde jugó la Sub 17 de Japón 1997.
Recordando el proceso del Sudamericano, los chicos, ahora con el celular en sus manos, revelan otros detalles.
"Nunca nos sentimos superiores a nadie, teníamos el mismo respeto para todos", cuenta Benjamín Cam. Matías Ferrari dice que Caputto "siempre nos dio mucha confianza, antes de salir a la cancha se preocupaba de darnos apoyo a todos. Está más preocupado por la persona que por el jugador, es muy cercano".
Ahora los llaman para la entrevista en vivo. "Woliver" y "Chispa" ingresan al set. Los mediocampistas, como hace unos minutos atrás, vuelven a las risas cómplices, y después relatan que esta experiencia en el sudamericano los convirtió a todos en amigos.
Después, el "Benja" y el "Ferra" les hacen gestos de afuera. Tienen que irse a la siguiente actividad: se reunirán con la "Roja" de Alexis Sánchez y Arturo Vidal. "Vamos a aprovechar de pedirles consejos", dicen antes de irse, nuevamente en grupo.
