BUENOS AIRES.- Ambiente hubo de sobra en el duelo que terminó con la derrota de 1-0 de Chile ante Argentina en el Estadio Monumental de Buenos Aires.
Una serie de hechos marcaron el antes, durante y post partido de la "Roja" y aquí te contamos los detalles más sabrosos de la jornada.
Tranquila llegada de la "Marea Roja"
Todo resultó como se organizó. El grueso de los hinchas nacionales se reunió en Puerto Madero y desde allí abordaron los buses en que llegaron al recinto de River Plate.
Ya en el Monumental, el ingreso se hizo en absoluta tranquilidad y al ritmo del tradicional C-H-I. La nota negativa fue para aquellos que se quedaron sin entradas, que fueron más de 200.
El accidente que pudo terminar peor
Faltaba menos de una hora para el pitazo inicial y frente a la Tribuna Belgrano repentinamente un pilar que ayudaba al movimiento del drone cedió cayendo sobre la cabeza de un guardia de seguridad.
El individuo se desplomó y quedó tendido, aunque no perdió la conciencia. Luego fue levantado por sus compañeros, quienes lo sacaron de la cancha entre aplausos de ánimo del público presente.
El enredo del himno
La canción nacional no sólo comenzó cuando aún estaban los fuegos artificiales sobre el Monumental. Además se desarrolló entre pifias y fue cortado en su parte final, pese a que los jugadores y la fanaticada visitante siguió la letra. Pero no fue lo único.
Tras eso, arrancó el himno argentino y en medio de él, los jugadores de la "Roja" pensaron en un momento que había terminado, por lo que comenzaron a saludar a los jueces. Fue allí cuando se percataron que aún faltaba el cierre del tema patrio.
Los gritos que podrían traer sanciones
Desde la previa y durante todo el lance, la barra Argentina dedicó canciones con gruesos epítetos para la barra de la "Roja" y los jugadores. "Put..." fue de los gritos que se más escuchó y si aplica el mismo que rigor con que se castigó a Chile, la "Albiceleste" podría tener una dura sanción.
La ovación más grande para Messi
Fueron varios los pasajes en que los hinchas locales dedicaron alabanzas para el astro del Barcelona. Sin embargo, tras el gol de penal fue cuando se desató la admiración más impresionante.
"¡Messi, Messi", se escuchaba a coro en el Monumental y luego con más fuerza se entonó: "Que de la mano de Lio Messi, todos la vuelta vamos a dar".
La bronca de Messi
Ya finalizaba el primer tiempo cuando en el intento de recuperar el balón Messi derribó a Beausejour. El árbitro no dudó en cobrar desatando la rabia del atacante, quien le recriminó su decisión con voz fuerte al juez de línea y moviendo sus brazos en señal de disconformidad.
La molestia de astro del Barcelona no quedó allí y tras el final del primer tiempo volvió a la carga para reclamarle al colegiado por esa jugada y por la cantidad de faltas cobradas a su selección.
La ansiedad de Valdivia
Minuto 65 y Pizzi manda a llamar al volante del Al Wahda. El "Mago" corre y rápidamente se saca el buzo. En apenas unos segundos ya está vestido de corto y con sus zapatos puestos. Recibe órdenes de Manuel Suárez, un palmetazo en la espalda y a la cancha.
Las ganas de entrar son evidentes y no pierde tiempo. Carrera, últimos ejercicios y a la cancha. Ya con el pasar de los minutos le dio otro ritmo al equipo. Sólo faltó llegar al empate para decir misión cumplida.
El gran gesto de Vidal
El partido ya estaba finalizado y los hinchas chilenos esperaban a que el estadio se desocupara para poder salir. Y mientras estaban en eso, apareció sorpresivamente en la cancha el volante del Bayern.
Pese a que no jugó por acumulación de amarillas, Vidal saltó a la cancha únicamente para saludar a la gran cantidad de forofos que llegaron hasta el Monumental de River. Los aplausos no se hicieron esperar.
La eterna espera por Charles Aránguiz
Tras salir por problemas físicos, al volante del Bayer Leverkusen le tocó ir al doping. Ya habían abandonados todos los jugadores de la "Roja", pero el bus no podía partir pues faltaba el "Príncipe".
Luego de cerca de media hora, Aránguiz fue liberado y apareció por el pasillo del recinto de River, que a esa altura tenía a los periodistas chilenos como las únicas personas que quedaban y que esperaban para saber sobre su condición. No habló, pero el doctor aseguró que llega al partido del martes.