SANTIAGO.- Domingo 2 de abril de 2017. Paralizó el cronómetro en una hora, 38 minutos y 20 segundos. Fue la última marca que registró en sus más de 30 años de carrera. Era la hora del adiós. Y en su casa, en Chile y en la prueba que tanto ama, la Maratón de Santiago.
Así se despidió ya oficialmente Érika Olivera de la Fuente, la única mujer en el mundo que puede decir que terminó cinco maratones en Juegos Olímpicos. La misma que ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg en 1999. Y la misma que el año pasado remeció a todos con la cruda confesión de que su padrastro abusó sexualmente de ella cuando era niña.
Los años no pasan en vano. Confiesa que aún está cansada luego de la carrera del pasado fin de semana. Pero fiel a su estilo, la oriunda de Quinta Normal atiende con la amabilidad de siempre y sin evadir pregunta alguna. Ella pidió que la cita con Emol fuera en la pista atlética del Estadio Municipal Leonel Sánchez en Recoleta. "Aquí me formé, entreno desde los 11 años en esta misma cancha, me siento como en casa", cuenta. "¿Quién es esa señora rubia a la que están entrevistando?", pregunta un niño que corre por los alrededores. "Pero hijo, es Érika Olivera, la que sale en la tele", responde el padre del menor.
- Algunos niños no te reconocen. No saben sobre tu carrera, pero los mayores valoran tu aporte al deporte en el país
"No sé si soy la referente que los deportistas buscan o quieren. Espero ser recordada como una mujer luchadora, que luchó toda su vida por lo que quiso y creyó que era lo mejor. Siempre de buena forma y correcta".
- Tu última lucha fue el domingo en el Maratón. Pero el año pasado habías anunciado que te retirabas en los Juegos Olímpicos de Río. ¿Qué cambió?
"Es que el Maratón de Santiago significa muchísimo para mí. Cuando en Río dije que me retiraba, que era mi última carrera, todavía había esa sensación que faltaba algo. Hablé con la organización, les dije que quería despedirme en esta Maratón, darle las gracias a Chile, como una manera de retribuir todo el apoyo que me hicieron. Fue súper rico ir entre la masa, disfrutando, tomándome fotografías, parando donde habían banderas chilenas".
Su rol social y político
Poco antes de los JJ.OO. del 2016 Olivera había anunciado que se presentaría como candidata a diputada en las elecciones parlamentarias de este año. Iba representando a Renovación Nacional. Pero poco después desistió. No soportó que algunos criticaran que estaba sacando provecho de su imagen como deportista, y peor aún, de la "compasión" luego que revelara los abusos de los que fue víctima.
- Ahora un poco más tranquila, ¿sigues interesada en ser política?
(Se saca los lentes y dice que quiere mirar de frente y a la cara a todos los chilenos). "No es capricho, no es algo que nació de la noche a la mañana. Lo hice con la convicción de ser un aporte para el deporte. Me ha tocado pasar por varias cosas desagradables en el deporte. El desamparo, la desprotección, que a nadie le importe el deportista como persona. Sé que no es un camino muy bien visto, pero necesario".
- Se te vio en el lanzamiento de campaña de Sebastián Piñera…
"No es que abandere por un sector político. Si fui al lanzamiento de Piñera fue porque me invitaron, me interesa escuchar a todos los candidatos que se van a presentar, me interesa saber sus pensamientos, qué es lo que quieren para el deporte. Así como fui a la presentación de él, también puedo haber ido al de Beatriz Sánchez o Alejandro Guillier, pero no fui invitada. No busco privilegios personales".
- Entonces se da por descontado que es Piñera tu candidato
"No, no es necesariamente así. En esta ocasión me llamaron para invitarme. Fui super sincera con ellos y les dije que me importa un candidato que se preocupe por el deporte. Hoy estamos en desamparo. Siempre uso esta frase que puede ser un poco fuerte pero que representa la realidad del deportista chileno de alto rendimiento: Es un indigente, ningún Gobierno se ha preocupado que eso cambie".
La dura revelación que cambió su vida
- El año pasado también revelaste tu verdad. Contaste públicamente que habías sido víctima de abusos por parte de tu padrastro. ¿Eso marcó un antes y después en tu vida?
"En lo personal sí. Están los costos del quebrantamiento que hay con los seres queridos. Te marca muchísimo. Más que un desahogo fue una liberación. Es súper difícil para las personas que no han vivido esto que entiendan por qué uno habla tantos años después, por qué no lo hace en el momento en que está siendo víctima del abuso. Cuando uno lo hace es algo liberador, es sacarte una mochila de encima. Hay que atreverse y hacerlo".
- ¿Qué sientes hoy por tu padrastro?
"Nada. Hoy estoy viviendo mi vida con tranquilidad, que es lo que he buscado siempre. Con mis hijos y marido que son lo más importante".
- Y a tu madre, ¿le guardas rencor por no apoyarte en esos momentos?
"Hoy no estoy para guardarle rencor a nadie. Estoy en una etapa de ser feliz, hace rato dejé de sentir rencor, no gasto energía en eso. Si no tuve el apoyo de la persona más importante en mi vida, será".
- ¿Qué le dirías a las mujeres que han pasado por lo mismo?
"Más que decirles que lo suelten o lo cuenten, les digo que todo a su tiempo, a su momento. Yo no soy nadie para decirles que lo digan inmediatamente, yo me demoré 20 años. Pero que sientan que siempre está esa posibilidad, y que cuando llegue se liberen. Más que aconsejar quiero agradecer. Tras contar mi historia hay muchas mujeres que me han llamado para felicitarme, que me han dicho que desde mi relato se sintieron liberadas y se atrevieron a hablar".
Se despide. Ya la están esperando algunos miembros del equipo de atletas a los que entrena. Ese será de ahora en adelante su nuevo desafío. Fuera de las pistas...
