SANTIAGO.- 18 años de carrera y 74 participaciones en majors tuvieron que pasar para que al fin Sergio García Fernández levantara el trofeo de uno de los cuarto torneos más importantes del golf mundial.
El "Niño", como se le conoce por su precoz aparición en el circuito, se consagró como campeón del Masters de Augusta por primera vez en su carrera y después de vivir varios años bajo la sombra de Tiger Woods.
El ex número dos del mundo tuvo que esperar un largo período para lograr el título más importante de su carrera, el que ganó con sufrimiento luego de vencer a Justin Rose en un hoyo de desempate.
Ganador de 28 trofeos, 10 de ellos en el PGA Tour, el español disfruta hoy de su máximo logro. No sólo deportivo, también monetario. Por ganar Augusta se embolsó cerca de 2 millones de dólares.
Sus orígenes
García comenzó a jugar a los 3 años inspirado por la pasión de su padre. Condiciones tenía de sobra y ya a los 16 daba grandes muestras de su talento al pasar por primera vez el corte en un torneo oficial del European Tour.
El hispano ganó por primera vez en el PGA Tour en 2001 en el Colonial Invitational y el Buick Classic. En 2002 triunfó en el Torneo de Campeones del PGA Tour. En 2004 obtuvo triunfos en el Buick Classic y el Campeonato Byron Nelson.
Clave para mejorar su rendimiento y hacerse de un nombre en este deporte fue la decisión que tomó en 2003.
En un acto de valentía, García optó por el cambio de swing (movimiento que se realiza al golpear la pelota) con la finalidad de adquirir un estilo más "convencional" que le permitiera tener un mayor control de su juego. A partir del 2004 los resultados de este cambio empezaron a dejarse ver, y su juego ganó en estabilidad.
Una larga espera
A sus 37 años, recién García puede decir que en sus vitrinas tendrá uno de los cuatro trofeos más importantes del circuito. Es que si bien ha mostrado un gran rendimiento a lo largo de su carrera, la ausencia de títulos "grandes" opacaba su destacada trayectoria.
Sus características de juego y el indiscutible dominio de Tiger Woods llevó al hispano a quedar siempre relegado en los majors. Basta retroceder casi 18 años para tener una muestra.
En 1999, el "Niño" peleó mano a mano el título en el PGA Championship, sin embargo, la jerarquía y el talento le dieron la corona al estadounidense. Así ocurrió en varias ocasiones durante su carrera.
Pero ya con Woods lejos de su mejor momento y sin siquiera competir en los majors, García aprovechó su inspiración y a punta de calidad logró el ansiado título en Augusta.
No sólo vive de golf
El español es el presidente del Borriol, club de fútbol de su ciudad natal. Lleva años al mando de la institución y cada vez que puede toma sus maletas y parte para ver cómo avanza la institución.
Lo que más llama la atención de esta otra faceta es que García no sólo es el timonel, también ejerce como jugador. En los períodos que no tiene competencia en el golf, se pone la camiseta y defiende sus colores. El hispano es reconocido por su capacidad goleadora.