Sergio Jadue observando el partido entre Calera y San Luis sólo días antes de su partida a Estados Unidos.
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SANTIAGO.- Martes 17 de noviembre de 2015. Sergio Jadue llega al aeropuerto en medio de un verdadero caos por su participación en el escándalo de corrupción de la FIFA.
El entonces presidente de la ANFP llegaba al recinto para abandonar el país y tomar rumbo a Estados Unidos. A esa altura ya se había declarado culpable de recibir sobornos y se alistaba para colaborar con la justicia norteamericana con el fin de evitar una sanción aún más severa.
La abrupta partida del ex timonel no sólo significaba un duro golpe para el fútbol chileno. También para el club Unión La Calera. Ese día marcaba un antes y después en la vida de la institución cementera.
De la mano de Jadue, el elenco de la Quinta región había vuelto en 2010 a Primera división después de 25 años. El anhelado retorno a la categoría de honor al fin se concretaba.
Es más. Durante el tiempo en que el ex dirigente estuvo involucrado en la dirigencia, el club nunca descendió, pese a que estuvo muy cerca de hacerlo. Incluso, llegó a la semifinal del Torneo de Apertura en 2011, donde cayó ante Universidad Católica.
En todo este período fue clave el apoyo de Jadue a la institución. No sólo en la toma de decisiones, también en la ayuda económica. Al menos así lo confirmó la auditoría que realizó la directiva de Arturo Salah.
El informe reveló que el conjunto rojo fue uno de los cuadros que más dinero recibió durante la gestión del ex timonel del balompié nacional. En total fueron 698 millones de pesos.
Coincidentemente, ya sin el ex timonel en Chile comenzó la debacle de un elenco que hasta ese entonces siempre estuvo en la mira por las supuestas "ayudas" que recibía desde Quilín.
El adiós del calerano también marcó la caída del cuadro de la Quinta región. Sólo seis meses después de la salida de Jadue, el conjunto cementero regresaba nuevamente a la Primera B.
Esa campaña Calera fue colista absoluto de la temporada 2015-2016. Apenas ganó seis partidos de 30 con un Clausura desastroso. Ese torneo fue el primero que se jugó íntegramente ya sin el ex presidente de la ANFP en el sillón de Quilín.
En la Primera B los problemas siguieron. Constantes cambios de técnicos, líos dirigenciales y problemas económicos complicaron el andar de los rojos en el torneo del ascenso que acaba de terminar. Los resultados fueron nefastos.
De 84 puntos posibles, el club cosechó sólo 18 unidades logrando apenas 4 triunfos, 15 derrotas y 9 empates. Su horrible campaña los dejó en el fondo de la tabla y a 10 unidades del penúltimo.
Y si su primera temporada tras regresar al ascenso ya fue pésima, el futuro se avizora aún más oscuro, pues en el segundo semestre de este año Calera deberá pelear para no bajar a la Segunda división profesional, lo que terminarían por hundir a un club que desde la huída de Jadue se fue a pique.