Estuvo cerca el Celta, pero no pudo.
Agencias
SANTIAGO.- Era duro, complicado, cuesta arriba. Tenía una labor muy difícil el Celta de Vigo de los chilenos Pedro Pablo Hernández y Marcelo Díaz. Debía dar vuelta la llave de semifinales de Europa League ante el Manchester United. Y como visita.
En la ida los ingleses se habían quedado con el triunfo por la mínima y volcar el resultado en favor de los dirigidos por Eduardo Berizzo parecía tarea casi imposible.
Pero pese a eso estuvo cerca. Logró un meritorio empate 1-1, que igual los dejó fuera de la final, debido a la derrota del duelo jugado la semana pasada y que había terminado con victoria por la mínima para los dirigidos por José Mourinho.
El inicio para el conjunto de los seleccionados chilenos fue auspicioso. Comenzaron bien, jugando mejor, acercándose al arco de Romero, pero no liquidó en su mejor momento.
El United se aferraba a la ventaja de la ida y esperaba para salir rápido con juego directo. Así nació la apertura de la cuenta a los 17'. Marouane Fellaini recibió un centro en el área y de cabeza mandó el balón al fondo del arco.
El gol bajó a los españoles que comenzaron a perder el balón, aunque en el segundo tiempo los cambios le hicieron bien y volvieron a acercarse al arco, el que salió tarde, recién a los 85', con un cabezazo de Facundo Roncaglia.
Llegó muy encima del final del partido la igualdad y el Celta -con Hernández todo el partido y Díaz, en la banca- se quedó en las semis de la Europa League, esa que en la última jugada del partido tuvo para liquidar.
El United en la final enfrentará al Ajax que dejó en el camino al Lyon.