SANTIAGO.- Eduardo Vargas quedó con las ganas de celebrar un título en tierras mexicanas. El Tigres llegó a la final, estuvo cerca, pero finalmente se inclinó ante Chivas de Guadalajara y no pudo revalidar el título conseguido el año pasado.
El conjunto del delantero chileno, quien fue suplente todo el compromiso (quedó relegado a la banca después de la lesión sufrida en la rodilla izquierda el 4 de mayo), sucumbió por 2-1 en el partido de vuelta, conformando así un marcador global de 4-3 a favor del "rebaño sagrado", tras la igualdad 2-2 que habían conseguido en el duelo de ida disputado en el estadio de los "felinos".
Un balde de agua fría para los dirigidos por Ricardo Ferretti, quienes llegaban con la ilusión de alzar su segundo trofeo consecutivo luego del conseguido en el Apertura 2016, que finalizó en diciembre del año pasado.
Sin embargo, este domingo Tigres pudo con la superioridad del elenco de Guadalajara, cuadro que desde un principio logró hacer valer su supremacía.
De hecho, a los 17 minutos ya iban ganando gracias a la conquista de Alan Pulido, quien recibió un largo pelotazo al área y de primera impactó para batir a Nahuel Guzmán y desatar la algarabía en el estadio Omnilife.
Luego José Vázquez fue el encargado de estirar el marcador, quien tras una mala salida de Tigres sacó un fuerte disparo de fuera del área que se desvió un defensor y puso el 2-0, cuando corría el minuto 71 del lance.
Ismael Sosa puso la cuota de incertidumbre al convertir con un fuerte remate cruzado el descuento, cuando quedaba tan sólo un minuto para que acabara el tiempo reglamentario, pero finalmente el marcador no se movió y la copa se quedó en casa, para un elenco de Chivas que sumó su título número 12.
Ahora, Vargas deberá presentarse ante el técnico Juan Antonio Pizzi para incorporarse a la preparación de la "Roja" de cara a la Copa Confederaciones que arranca el 17 de junio.
