No dejan nada al azar en las inmediaciones del Estadio Nacional de Cardiff.
AFP
SANTIAGO.- Cardiff está paralizada. La capital galesa ya se prepara para recibir mañana sábado la gran final de la Champions League entre la Juventus y el Real Madrid.
El lance arrancará a las 14:45 horas y no sólo estará marcado por lo deportivo. También por las extremas medidas de seguridad que habrá en los alrededores del Estadio Nacional.
Todas estas precauciones son para evitar algún ataque terrorista, tal como ocurrió hace muy poco en el Manchester Arena en medio del concierto de Ariana Grande.
La acción más llamativa es que el compromiso se jugará con el estadio techado. No por riesgo de lluvia, sino por el temor a un ataque con drones. La policía de Gales no descarta esa posibilidad y le ha pedido a las autoridades de la UEFA jugar de esa manera.
Además, las autoridades ya adelantan que el operativo de seguridad será gigante. "El mayor nunca visto en un evento deportivo en el Reino Unido", informó la federación galesa en un comunicado.
Se habla de más de 6000 efectivos policiales. También se colocarán cámaras en lugares estratégicos, como estaciones de trenes o en las puertas de acceso al estadio, para un control de público mediante el escaneo facial. Esta técnica cuesta alrededor de 200 mil euros.
Otras medidas serán que en el ingreso al estadio se han dispuesto más de 15.000 miembros de fuerzas de seguridad que controlarán mediante un sistema de reconocimiento facial a las más de 100.000 personas que se reunirán entre las tribunas y las afueras del recinto.
En las inmediaciones habrá dos cordones de seguridad en un radio de dos kilómetros desde la cancha a fin de evitar cualquier tipo de atentado.