El casildense dando órdenes a Di María.
Reuters
SANTIAGO.- La era de Jorge Sampaoli comenzó. Y comenzó con un triunfo de 1-0 sobre Brasil en el clásico sudamericano, esta vez correspondiente a un amistoso.
El primer partido del técnico argentino dejó diferencias y similitudes respecto a lo que realizó en su exitosa era al mando de la selección chilena ¿Ejemplos?
Este viernes se vio un equipo trasandino que siempre trató de salir jugando desde su territorio y que se apoyó constantemente con su portero, Sergio Romero.
El trabajo fue muy similar a lo que hacía con Claudio Bravo, donde los defensas recurrían constantemente a él para rotar el balón y encontrar la mejor salida. La presión brasileña más de una vez causó problemas.
La línea defensiva estuvo compuesta en el arranque por 3 jugadores, sin embargo, en la "Roja" se caracterizó por ocupar 4 en el fondo: Isla, Medel, Jara y Mena (Beausejour).
Hoy en la "Albiceleste" los elegidos fueron Jonatan Maidana, Nicolás Otamendi y Gabriel Mercado, sin embargo, el poco fiato y la falta de costumbre de este sistema los pilló varias veces mal parados. Sólo la falta de eficacia del "Scracth" evitó el gol.
Sampaoli se percató de los problemas y tras el descanso, con el ingreso de Nicolás Tagliafico, cambió a línea de 4 atrás tal como en Chile. Mercado pasó a la derecha, Otamendi y Maidana de centrales y el lateral de Independiente se puso en la izquierda.
En el mediocampo la dupla Ever Banega-Lucas Biglia realizó un trabajo similar al que hacían en la selección nacional Marcelo Díaz y Charles Aránguiz.
Ambos estaban encargados de generar una salida limpia, de meterse entre los centrales y de conectarse con Lionel Messi para fabricar jugadas ofensivas.
En este caso, el astro del Barcelona se ubicó -en el primer tiempo- detrás de sus compañeros de ataque. Su misión era recibir el balón desde atrás y romper la línea defensiva de Brasil con su talento y velocidad. No resultó.
Ya en ofensiva, y a diferencia de lo que habitualmente hacía en Chile con Alexis Sánchez y Eduardo Vargas como estandartes, el casildense hoy optó por un tridente en ataque.
Ángel di María, Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín fueron sus elegidos desde el arranque, pero la fórmula inicial no le dio resultado y en el segundo tiempo movió sus fichas.
Sampaoli sacó a Higuaín y a Dybala, y con otras dos modificaciones dispuso de un dibujo similar al que ocupaba en la "Roja". Colocó a Guido Rodríguez como volante central y soltó a Banega para que tuviera mayor libertad en ofensiva dejando a Messi y Joaquín Correa como los dos hombres en ataque.
Además, Di María retrocedió y tuvo la misión de generar, pero también apoyar en defensa para evitar los ataques brasileños que con Gabriel Jesus generaban cada vez más ataques peligrosos.
Si bien Sampaoli comenzó con un estilo distinto al que lo llevó a ser campeón de América, a medida que avanzó el partido ante Brasil fue modificando hasta llegar a un dibujo muy similar al que lo caracterizó al mando de la "Roja".
