KAZÁN.- Minuto 6. Arturo Vidal presiona la salida alemana y pincha el balón. Alexis Sánchez aparece y tras una pared con el volante queda en posición de gol. Y el delantero no falla.
Así fue el tanto ante Alemania con que la figura del Arsenal se inscribió en la historia del fútbol chileno al despegarse de Marcelo Salas y quedar como único goleador de la "Roja" con 38 dianas.
La cara de felicidad al celebrar su gol lo decía todo. El tocopillano tenía claro lo que significaba su tanto y sus compañeros también, pues llegan todos a abrazarlo en un rincón de la cancha del Kazán Arena.
Los minutos pasaban y la sonrisa se mantenía en el rostro de Alexis. Chile hacía un gran partido. Presionaba y complicaba al campeón del mundo. Eso hasta que llegaba el empate de la escuadra germana al finalizar el primer tiempo.
Desde el centro de la cancha la figura del Arsenal miraba con desconcierto la situación, pero luego de unos segundos "despertaba" y aplaudía a sus compañeros en señal de ánimo. "¡Vamos, vamos", les gritaba.
El partido era intenso para el atacante. Presionaba la salida por el lado derecho alemán, tomaba el balón y creaba peligro. En una de esas jugadas se lanzaba por la izquierda, levantaba la vista y al tratar de habilitar terminaba perdiendo el balón.
Molesto Alexis levantaba los brazos pidiéndole a Arturo que se metiera entre los defensas para asistirlo. El volante le respondía con una seña en clara alusión a que lo habilitara una jugada antes.
Esa escena se repetía al minuto 58, pero esta vez a la inversa. Es el "Rey" quien le pedía al "Niño Maravilla" que se moviera un segundo antes para terminar la jugada de frente al arco.
Momentos después Alexis se descargaba. Y no con su compañero, sino que con el árbitro pues al atacante no le gustó nada recibir una tarjeta amarilla por lanzar el balón lejos cuando el juez ya había cobrado posición de adelanto.
Al tocopillano se le vio ofuscado y reclamando airadamente, ya que según él tiró el esférico para que atendieran a un rival. El colegiado no lo entendía así y por un largo rato recibía los reclamos de Sánchez.
Pero el goleador histórico volvía al partido y al minuto 85' otra vez protagonizaba un cruce con Vidal. La escena era la misma que se había dado un rato antes y aunque ambos se retaban, la discusión terminaba con un palmetazo de parte del mediocampista.
A los 87' la historia se repetía. Nuevamente los gestos y los diálogos se hacían presente. Una vez más el volante y el delantero no lograban conectarse en un ataque de Chile.
Fueron varias las discusiones entre ambos, pero siempre futbolísticas y eso se vio reflejado tras el pitazo final, pues cuando Alexis y Arturo se encontraron camino al vestuario se dieron un fuerte abrazo en una clara señal que lo que pasa en la cancha... se queda en la cancha.
Así acababa un partido especial e intenso, que de seguro la figura del Arsenal no olvidará jamás. En un par de años el tocopillano podrá mirar el libro de la historia del fútbol chileno y allí verá su nombre grabado con letras doradas.
