KAZÁN.- A medida que fueron pasando los minutos la impotencia se fue apoderando de Cristiano Ronaldo al ver que no podía meter a Portugal en la final de la Copa Confederaciones.
El astro del Real Madrid no tuvo protagonismo en el duelo ante Chile, salvo las intervenciones en que se le vio muy molesto porque las cosas no le salían a su equipo.
Por ejemplo, ya al minuto cuatro de partido el delantero hacía su primer reclamo luego de un tiro libre mal servido por parte de un compañero. Arturo Vidal le ganaba el cabezazo y el luso pedía que la próxima fuera con más efecto para sacarse la marca.
Luego le reclamaba a Bernardo Silva porque el reciente fichaje del Manchester City no le lanzaba el pase cuando el se metía libre por el lado derecho de la cancha.
Al minuto 41, poco después de burlar la marca de Mauricio Isla con una bicicleta, "CR7" le protestaba duramente al árbitro por un cobro a favor de Chile. El juez lo advertía de una sanción si no se calmaba.
En el segundo tiempo se le veía aún más ofuscado. Le pedía a Bruno Alves que apurara la salida y a Andre Gomes que lo acompañara más en la jugada.
Cristiano apenas tomaba el balón y cuando lo hacía no lograba ser protagonista gracias al buen trabajo de Chile. El luso se comenzaba a desesperar.
En medio del complemento cambiaba de sector para ver si podía hacer más daño, pero el esférico no le llegaba y otra vez miraba con recelo a sus compañeros.
Ya en el alargue la impotencia comenzaba a ser más evidente. A los 107, el atacante del Real Madrid le pide con mucha molestia al juez que Claudio Bravo se apure en el saque de fondo. El árbitro nuevamente lo ignoraba.
Pero el luso seguía enrabiado y a la jugada siguiente reacciona con furia al ver que el referí no sancionaba una supuesta falta de Isla al borde del área.
Absolutamente molesto, Cristiano encaraba al juez iraní mientras el "Huaso" le decía que su compañero se había tirado. El atacante portugués sólo miraba al lateral chileno.
El partido se va a los penales y "CR7" lejos de estar con su equipo, camina solo por un lado de la cancha para luego de unos minutos unirse al grupo.
Los tres penales fallados por Portugal ni siquiera le permitieron lanzar coronando una jornada amarga. El luso nunca había aparecido en la cancha del Kazán Arena.