Los criollos cumplen su anhelo.
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SAN PETERSBURGO.- Ya está. Chile y Alemania jugarán este domingo la final de la Copa Confederaciones 2017.
Ayer jueves el campeón del mundo se convirtió en el rival de la "Roja" luego de golear por 4-1 a México en la semifinal.
Y el triunfo del equipo dirigido por Joachim Löw dejó conforme al plantel de la selección nacional, ya que en la interna los jugadores querían disputar el partido por el título ante los germanos.
"Me gustaría jugar con Alemania por una cuestión personal. Sería muy lindo", decía Marcelo Díaz momentos después de que Chile eliminara en penales a Portugal.
Y las palabras del volante del Celta coinciden con lo que dijo Arturo Vidal el pasado jueves 22 de junio tras el empate 1-1 con los germanos en Kazán.
"Espero que nos volvamos a encontrar en la final. Ese es mi deseo", confesaba una de las figuras del Bayern justo cuando Joshua Kimmich, su compañero en el cuadro bávaro, pasaba detrás de él en zona mixta.
Pero, ¿por qué los jugadores de la "Roja" preferían a Alemania por sobre México en la final?
Uno de los principales motivos tiene que ver con el "sabor amargo" que dejó el empate 1-1 ante el campeón del mundo en el segundo duelo del Grupo A de la Copa Confederaciones.
"Los jugadores quedaron con una espina clavada, creen que debieron ganar ese partido y que sólo les faltó dar la puntada final en ese primer tiempo avasallador que tuvieron", cuentan desde la selección.
Precisamente, esos primeros 45 minutos que realizó el equipo de Juan Antonio Pizzi se enmarcan dentro de lo mejor que ha hecho el bicampeón de América en el certamen. Y así lo asume el plantel y el cuerpo técnico.
"Todos quedamos muy contentos con ese primer tiempo, pero sabemos que falto algo más, que había que ganar. Por eso una final con Alemania era la final perfecta", detallan.
Pero hay otro motivo que también pesaba en los seleccionados nacionales. El hecho que en esta joven Alemania hay varios que tienen conocidos y hasta amigos en el rival.
Por ejemplo, Vidal es compañero de Kimmich. Marcelo Díaz y Eduardo Vargas tienen ex colegas de su paso por Alemania. Y Claudio Bravo compartió camarín con Marc Ter Stegen por nombrar algunos casos.
Y a esto finalmente se suman "las ganas de jugar con un equipo lleno de jóvenes figuras y que propone un fútbol muy similar al de nosotros. Sin menospreciar a México, lo que hace Alemania, pese a no tener a sus estrellas, es de lo mejor del mundo, una potencia".
Así el deseo de los cracks de la "Roja" ya está cumplido. Ahora, sólo queda preparar de la mejor forma el partido de este domingo para ir por un nuevo título, esta vez el de la Copa Confederaciones.