Marcelo Díaz fue uno de los que terminó más abatido luego de la derrota.
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SANTIAGO.- Pitazo final y el título fue para Alemania. Luego de un duro partido, Chile terminó cayendo por 1-0 ante los germanos en la final de la Copa Confederaciones, producto de un grosero error cometido por Marcelo Díaz.
A los 20 minutos del partido, el volante nacional tuvo una pésima salida y permitió que Lars Stindl marcara el único gol del tanto, hecho que lo marcó y lo dejó desorientado y mostrando un bajo nivel mientras estuvo en el campo.
Pero ya cuando el compromiso llegó a su fin, Díaz sintió la responsabilidad del resultado. El jugador del Celta de Vigo se vio en el banco llorando desconsoladamente, mientras la desazón reinaba en el plantel de la "Roja".
A causa del dolor que evidenciaba el volante, hubo quienes se acercaron a consolarlo. Primero fue su técnico, Juan Antonio Pizzi, quien se acercó y lo abrazó, intentando calmar su pena, para luego recibir el aliento de otros integrantes del cuerpo técnico nacional.
Aunque no fueron los únicos. Esto porque uno de sus rivales, el alemán Emre Can, también se acercó a él, ya estando en el campo de juego, le dio un abrazo y conversó algunos minutos con él.
Luego llegó el también germano Leon Goretzka, y después Johnny Herrera, quien fuera su compañero en la Universidad de Chile, todos intentando consolar al devastado volante chileno, quien de seguro sentía el peso de la derrota en sus hombros.
Así, Díaz cerró de la peor manera la Copa Confederaciones, marcado por un error cometido en la final del certamen, por el cual no pudieron conseguir el título.
