SAN PETERSBURGO.- Las lágrimas de Marcelo Díaz en la cancha del estadio del Zenit en San Petersburgo reflejaban el gran dolor del seleccionado chileno.
El volante se sentía responsable de que La Copa Confederaciones no haya quedado en manos de Chile, ya que su garrafal en el primer tiempo bastó para que Alemania ganara 1-0.
Si en el campo del coliseo ruso ya se veía la tristeza del mediocampista del Celta, en el camarín la situación no cambió. La jugada del minuto 20 seguía dando vueltas en su cabeza.
Si bien sus compañeros trataron de consolarlo y levantarlo, lo cierto es que el dolor de Díaz era más grande que cualquier palabra de aliento que pudiese recibir en ese momento. Así lo revelaron los jugadores de la "Roja".
"Estaba muy triste, no es para menos. El dolor que lleva es muy grande y cualquier cosa que le pudimos decir en el camarín no va a amainar ese dolor que siente", señaló Jean Beausejour.
"Es obvio que estaba muy mal, lo vieron todos en la cancha y en el vestuario nadie lo podía levantar. Él es un jugador increíble, fundamental para nosotros y hoy (ayer) le tocó fallar", agregó.
Arturo Vidal también habló sobre el duro momento del volante del Celta. "Claramente que estaba mal, seguía sin poder creer lo que había pasado. A cualquier le cuesta levantarse después de algo así", sostuvo.
En la misma línea, la figura del Bayern Munich indicó que "hoy le tocó fallar a él, se equivocó, pero Marcelo muchas veces ha tenido partidos increíbles".
Quizás pasarán los días y esa jugada del minuto 20 seguirá dando vueltas en la cabeza y tal como lo dijo él, llevará ese dolor por mucho tiempo.
"Guardaré esta pena por el resto de mi vida", fueron parte de la palabras de Marcelo Díaz.