Se cuadró con el plantel de Talcahuano.
El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- Fue un duro golpe tanto para la institución como para todo lo que la rodea. Naval de Talcahuano fue suspendido del fútbol profesional, luego de que no pagara a tiempo la garantía por jugar en la Segunda División.
La determinación del Consejo de Presidentes de la ANFP caló hondo en el cuadro de la Octava Región, afectando a dirigentes, jugadores, hinchas y familias.
Sí, porque la suspensión de Naval no sólo significa sancionar a un club de fútbol, también afecta directamente a decenas de personas que viven de esta actividad. Y eso es lo que trató de dejar en claro el capitán del equipo, Mario Salgado, quien divulgó una emotiva carta, en la que hizo un desesperado llamado a ayudar a sus compañeros.
"Me permito escribirles para pedirles a todos ustedes su apoyo, ya que en menos de 24 horas, 25 colegas quedan a la deriva y prácticamente se les está cortando las piernas", comienza escribiendo el delantero.
En la misiva, el atacante revela que llegó a un acuerdo para partir a otro club, pero que se siente "con el deber" de no dejar a sus compañeros solos, ya que "muchos dependen y mantienen a sus familias con el fútbol".
En ese marco, Salgado emplaza directamente al Sifup para que tome cartas en el asunto y se preocupe de los jugadores que quedaron sin fuente laboral. "Dejar suspendido a Naval este torneo, es un flaco favor a los dirigentes para que se ahorren plata durante 6 meses. Hoy es necesario dar una muestra distinta de cómo deben respetar a los futbolistas", sostiene.
"El torneo de Segunda profesional debe comenzar con los 11 equipos, incluido Naval. En el camino lucharemos para cobrar los sueldos, pero ojo, sin competir se desvaloriza al futbolista y los dirigentes, en su casa ahorrándose dinero. No puede comenzar el torneo sin que la ANFP reintegre a Naval", concluye el delantero.