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Karla Ortiz, la chilena que debió recurrir a donaciones y rifas para ir a EE.UU. y ganar su segundo mundial de BMX seguido

Estuvo a punto de no poder defender su reinado en la disciplina. Todo por la falta de recursos. Aquí su heroica y sacrificada historia.

29 de Julio de 2017 | 12:25 | Por Fabrizio Belmar, Emol
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La campeona mundial es chilena.

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SANTIAGO.- Martes 25 de julio, 20:00 horas de Chile. Mientras en Santiago todas las cámaras y micrófonos estaban con el terremoto que remecía a la ANFP con la suspensión de Naval y Cauquenes y los dineros de Barnechea, una chilena hacía historia lejos de las fronteras y se colgaba una medalla de oro, la segunda de su disciplina en dos años.

Era Karla Ortiz (31), una kinesióloga criolla que volvía a brillar en un campeonato mundial de bicicross. El 2016 ya había sido campeona planetaria en Medellín, Colombia.

Y claro, justo cuando en la testera del fútbol chileno se discutía por cifras millonarias, ella subía a lo más alto del podio y con un orgullo extra. Colgarse la presea después de todos los sacrificios y obstáculos económicos que debió sortear para llegar a Norteamérica y poner al país otra vez en lo más alto de su deporte.

"Juntar el dinero para ir a Estados Unidos fue lo que más me costó, porque hasta enero no venía al mundial", reconoció la deportista nacional a Emol. Los recursos eran escasos y los costos altos, por lo que debió moverse para conseguir los recursos necesarios para su viaje.

"Hice una campaña para ir a este campeonato, porque no tenía nada de apoyo. Al principio me costó, porque me rechazaron la contribución que pedí, así que hablé con concejales en Viña del Mar para sacar una subvención compartida y así poder ir al campeonato", explicó Ortiz.

Pero esos montos que recibió aún no alcanzaban. El dinero otorgado por las autoridades viñamarinas le permitió sólo costear el viaje a Estados Unidos, pero aún faltaba para la estadía en suelo norteamericano y costear algo no menor, los elementos necesarios para la mantención de su bicicleta.

Urgida por el tiempo y las necesidades, esta campeona mundial de bicicross hizo campañas a través de Facebook y algunas rifas para alcanzar a reunir el total que necesitaba y poder costear el viaje completo.

Aunque no fue la única dificultad. Si bien por momentos el dinero pareció ser un impedimento para llegar a un nuevo mundial, luego una dura lesión nuevamente parecía alejarla de la bicicleta.

"Tuve varias lesiones a finales de marzo, las que me tuvieron dos meses sin entrenar. Después, ya recuperada, sólo fue retomar y retomar rápido para llegar de la mejor manera posible al mundial", agregó orgullosa.

Karla fuera de competencia

Aunque Ortiz debe concentrar buena parte de su tiempo en entrenar para competir, también tiene espacios -casi obligada- para dedicarse a su trabajo de kinesióloga y otras actividades que la fortalecen más allá de lo económico.

"Actualmente le hago clases de bicicross a los más pequeños. Empezamos como hace dos años, porque los mismos papás me decían si podía entrenar a sus hijos y ahí empecé", resume, aunque como parece todo en su vida no ha estado exento de problemáticas.

"Tenemos una pista y nosotros mismos debemos taparle las grietas, porque no es una pista que esté en las mejores condiciones para el bicicross", reconoce quien comenzó con este deporte a los cinco años y hoy, a los 31, también se encarga de traspasar sus conocimientos a los más jóvenes.

Pero también hay momentos en que se baja completamente de la bicicleta, aunque son los menos. Karla también se toma su tiempo cuando juega la selección para ver los partidos de la "Roja", aunque confiesa que no es algo muy habitual en ella. "Los veo, pero no soy muy fanática", confesó entre risas y quizás pensando en esa terrible brecha entre su deporte y el fútbol...
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