SANTIAGO.- 10 de septiembre de 2006. Colo Colo pierde 1-0 ante Wanderers en Valparaíso. Un desesperado Claudio "Bichi" Borghi se mueve de un lado a otro, mira a la banca y manda a llamar al número "6".
Desconocido para la mayoría, el elegido por el técnico del Cacique era Nicolás Ignacio Millán Carrasco. Nervioso, incrédulo y hasta emocionado, el delantero salta a la cancha al minuto 79 con apenas 14 años.
"Ya habían hecho dos cambios y casi se lesiona el arquero, ahí dije 'no tengo opción de entrar', pero al final no salió y cuando quedaba poco el 'Bichi' me llama. Me toma y me dice que haga lo mismo que hacía con los juveniles y que disfrutara", recuerda con nostalgia en Emol quien actualmente es la figura de Copiapó, el líder de la Primera B.

Sin pensarlo, aquel día el joven atacante marcaría un hito en la historia del fútbol chileno, uno que perdura hasta el día de hoy: Han pasado 11 años y sigue siendo el futbolista más joven en jugar en Primera.
Es más. Millán pudo tener un debut soñado en Valparaíso y escribir su nombre con letras grandes en la historia del balompié nacional. Minutos después de ingresar, tuvo la gran oportunidad de anotar el empate.
"Me acuerdo que iba solo, pero mandé el balón lejos", detalla y revela una anécdota: "Vidal y Sanhueza me retaron y después me dijeron en el vestuario: 'Tenías que hacer el gol pendejo'".
El Chelsea y su frustrada llegada a Europa
El hito que marcó y lo mostrado en el tiempo que estuvo en cancha hicieron que importantes clubes del Viejo Continente pusieran sus ojos en el "niño" récord del fútbol chileno.
Inter de Milán y Chelsea fueron los más interesados en lograr sus servicios. Y el club inglés fue el que más cerca estuvo, pues logró llevarlo hasta sus instalaciones durante un mes.
"Tenía 15 años recién cumplidos y me fue bastante bien. Entrené varias veces con el primer equipo, incluso conocí a Mourinho y la verdad es que es muy distinto a lo que uno cree que es", sostiene.
Y agrega: "Él es totalmente diferente al personaje que hace para afuera. No es para nada soberbio, por el contrario, es súper de piel y muy cercano a los jugadores".
Pero la aventura de Millán en Europa tuvo que terminar. Pese a que el Chelsea hizo los contactos para su fichaje, Colo Colo impidió que el joven delantero cumpliera el sueño de todo jugador.
"Los dirigentes pidieron una gran cantidad de dinero para venderme e hicieron imposible el traspaso. La verdad fue chocante perder esa oportunidad. Ahí tuve que regresar", relata.
De histórico a desechado
Los días soñados comenzaban a quedar atrás para el "niño récord". La alegría de debutar con apenas 14 años y de haber estado en uno de los clubes más importantes de Europa pasaban rápidamente al olvido.
Tras su estadía en el Chelsea, Millán regresó al Cacique, pero ahora la historia era otra. Una muy distinta.
"Cuando vuelvo pido un contrato al menos acorde a lo que estaban pidiendo por mi pase, pero no pasó nada. Luego me lesioné y el club no se quiso hacer cargo. Fue un momento duro", detalla.
Aquel joven futbolista por el que había apostado el "Bichi" recibía el portazo de la dirigencia. Decepcionado, decidió dejar el país y partir a probar suerte a Argentina.
Su rechazo a la "Albiceleste"
Millán comenzó de cero en suelo trasandino. Su aventura inicial la tuvo en Rivadavia de Lincoln y su gran nivel lo llevó a ser fichado por Tigre.

En el conjunto de Buenos Aires destacó y consiguió su primer contrato como profesional. Su talento lo puso en la mira de Gabriel Batista, ex campeón del mundo y por ese entonces técnico de la Sub 20 de Argentina.
"El 'profe' Batista quería que jugara en la Sub 20 y que además me nacionalizara argentino para defender a ese país, en ese momento lo rechacé porque yo quería jugar por Chile", sostiene.
Después de dos años y medio mostrando un destacado rendimiento, Millán y su familia tomaron sus maletas y regresaron a territorio nacional. Otra vez Colo Colo fue su destino...
El regreso a Chile
Nada de lo que había vivido a los 14 años se volvería a repetir. En el Cacique nuevamente no tendría opciones, pese a su deseo de ganarse un lugar.
"De nuevo me cerraron las puertas, si bien me hicieron contrato, tuve problemas físicos que me impidieron tener continuidad, aunque tampoco me dieron la oportunidad. Yo ya no era negocio y por eso decidí partir", recuerda.
Decidido a empezar otra vez de nuevo, Millán eligió a Naval de Talcahuano como su destino. Si bien rindió, nunca logró el nivel esperado y de ahí en más comenzó a deambular por distintos clubes, la mayoría de la Primera B.
Unión Temuco, Curicó y Puerto Montt lo recibieron. También estuvo en Deportes La Pintana, en la Segunda división, hasta llegar a Copiapó, su actual equipo.
Precisamente, en el cuadro que hoy líder de la Nrimera B y a sus 25 años, ha recobrado su mejor nivel. Es una de las figuras del "León" y el pasado fin de semana marcó dos goles en el triunfo ante Barnechea (3-1). Uno de ellos fue un golazo.

El camino no ha sido fácil. Él admite que ha cometido errores, pero hoy sólo piensa en "renacer", subir a Primera con Copiapó y poder dar un gran salto en su carrera.
"Estoy enfocado en ser el mejor, que es lo que siempre quise. Siento que paso por un gran momento. Sé que sólo depende de uno y no puedo decir que pasará, pero lo voy a dar todo para volver a renacer", es su claro mensaje.
Es el presente de Nicolás Ignacio Millán Carrasco, el mismo que fue "desechado" por Colo Colo, que estuvo en el Chelsea y que rechazo jugar por Argentina.
El delantero, y padre de tres hijos, apuesta por su revancha y por volver a colocar su nombre en la historia del fútbol chileno, tal como lo hizo con apenas 14 años.