La policía tuvo que actuar.
Reuters
SANTIAGO.- Parecía un nuevo empate para el Manchester City que ya en la semana había igualado con el Everton, dejando varias dudas en su juego.
Y este sábado era más amarga aún la igualdad que se acercaba porque no lograba pasar por arriba del modesto Bournemouth que le complicó el partido al millonario elenco Ciudadano que otra vez tuvo en la banca al chileno Claudio Bravo.
Pero lo logró ganar el City, aunque con escándalo y un gol que lo más probable traerá polémica en la semana en Iglaterra.
Resulta que cuando se cumplía el minuto 90 el juez del duelo agregó cinco minutos más. Ese tiempo se cumplió, llegaron a los 96 y no terminó el partido, tampoco cuando se acercaban a los 97...
Pues bien, cuando corrían dos minutos más de los agregados por el juez, Raheem Sterling agarró un rebote en el área y mandó el balón al fondo del arco. Lo celebró como una final Guardiola, porque el encuentro se le escapaba.
Pero al otro lado vinieron los alegatos, incluso tuvo que actuar la seguridad del estadio, porque la gente tuvo un atisbo de ingresar al terreno.
¿Y después del gol? Se jugó hasta el minuto 100, o sea cinco más que lo que se había indicado.
Al final, los jugadores del Bournemouth se fueron encima del juez, pero ya estaba terminado.
A los 13' con un golazo había abierto la cuenta para el local Charlie Daniels. A los 21' lo había empatado Gabriel Jesús.
Con esto, el City completa siete puntos, con dos triunfos y un empate.