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De los gritos de "borracho" a Vidal, al "funeral" en la "Roja": Lo que no se vio de la dura derrota ante Bolivia en La Paz

Fueron varios los hechos que marcaron la caída de 1-0 que hoy tiene a Chile fuera del Mundial de Rusia 2018.

06 de Septiembre de 2017 | 07:01 | Por Claudio Ortega, enviado especial a La Paz
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Un "funeral" en el camarín de la "Roja".

Photosport
LA PAZ.- Mucho fue lo que dejó la dura derrota de 1-0 ante Bolivia que por ahora tiene a Chile fuera del Mundial de Rusia 2018.

Varios hechos marcaron el antes, durante y después del partido jugado en la altura del Hernando Siles. Aquí le contamos los más destacados. Tome nota...

Una llegada con alta seguridad

A dos horas del pitazo inicial, el bus de la "Roja" llegaba al estadio en medio de un amplio operativo policial y una calurosa recepción.

Uno a uno fueron bajando los seleccionados siendo los más vitoreados Claudio Bravo, Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez.

Un espectador muy especial

Llegaba y llegaba público al estadio y entre tanto hincha aparecía un personaje muy particular. Un fanático disfrazado del "Chavo del 8".

El personaje llamaba la atención y no sólo por su apariencia, también por el cartel que llevaba. "El Silala es de Bolivia. 400 kilómetros de mar también", decía el letrero.

Las ofensas contra Vidal

Así como es querido, también es "odiado". El público boliviano le dio duro al volante del Bayern Munich y cada vez que podía lo atacaba con ofensivos gritos.

Fueron varias las veces en que Vidal tomó el balón y desde las tribunas cayeron los "gritos" de ¡borracho, borracho! El público local le recordó aquellos polémicos capítulos que ha protagonizado en su carrera.

El "Mago", premio al mejor compañero

Finalizado el primer tiempo, Jorge Valdivia corrió hacia uno de los miembros del staff y le pidió varias botellas de agua para llevárselas a sus compañeros.

El volante de Colo Colo se percató de lo extenuados que estaban los seleccionados y uno a uno fue repartiendo los líquidos y luego entregando abrazos de aliento.

Paredes de vuelta a la banca

Minuto 50 y Pizzi pide que el delantero del Cacique se saque el buzo. El goleador obedece, recibe órdenes y camina al borde de la cancha para hacer su ingreso.

Pero mientras esperaba para entrar llegó el penal de Marcelo Díaz y el posterior gol de Bolivia. El DT se arrepintió y le dijo a Paredes que volviera. El atacante se puso el peto y siguió calentando, sin embargo, "Macanudo" lo volvería llamar siete minutos después. Ahora sí iba a ingresar.

La "desaparición" de los balones

Bolivia ganaba 1-0 y todo servía para que el tiempo pasara. Así fue como repentinamente se perdieron las pelotas que estaban fuera de la cancha desatando el malestar de Bravo.

El capitán y el staff de la "Roja" le reclamaron al cuarto árbitro, quien comenzó a buscar los balones que estaban al borde de la cancha para hacerle llegar uno al meta del City, quien le había reclamado al DT de Bolivia por la misteriosa "desaparición".

La desesperación de Pizzi

El técnico sufrió todo el partido, más aún en el segundo tiempo. Tras el gol de Bolivia, el entrenador caminaba de un lado a otro, se tomaba la cabeza e iba a conversar constantemente con sus colaboradores.

Estaba nervioso y preocupado. Y con justa razón. Por eso cada vez que Chile perdía una opción de ataque o se farreaba un tiro libre, "Macanudo" alzaba sus manos al cielo y se tomaba la cabeza. Además constantemente le re reclamaba al cuarto juez el tiempo que hacía Bolivia.

Problemas en la tribuna

El triunfo local encendió los ánimos del público presente, que no tardó en dedicar canticos y realizar todo tipo de gestos hacia la barra chilena.

El ambiente se fue calentando y obligó a la interrupción de las fuerzas policiales para evitar que la situación pasara a mayores luego que comenzaran a lanzar objetos de un lado a otro.

La eufórica celebración boliviana

Se jugaban los segundos finales y toda la banca local se alineaba a la espera del pitazo definitivo. Y cuando llegó, todos saltaron y festejaron la victoria sobre Chile, quizás el triunfo más esperado e importante en estas Clasificatorias.

Los abrazos y los gritos se tomaron la cancha al mismo tiempo que la celebración se veía interrumpida por un caliente final marcado por los cruces entre las bancas y por el intercambio de palabras entre los jugadores.

El "funeral" de la "Roja"

Después de la derrota el silencio se apoderó del vestuario de Chile. Las palabras eran escasas y las caras largas muchas. El golpe había sido fuerte.

Los jugadores fueron saliendo uno a uno con sus rostros de tristeza y seriedad. Ni siquiera los gritos de aliento que se escuchaban servían. Salvo Bravo y Díaz, el resto pasó directo al bus, uno en el que el "funeral" por la caída seguía.