Así quedó Rooney.
Reuters
SANTIAGO.- No han sido buenas semanas estas últimas para el atacante inglés, Wayne Rooney. Fue sorprendido manejando con alcohol en el cuerpo y ayer en la cancha no la pasó bien.
Pese a que su equipo, el Everton ganó 2-1 al Bournemouth, el atacante se llevó todas las imágenes y reacciones del partido.
¿Por qué? Porque recibió un brutal codazo que le dejó sangrando la zona cercana a su ojo izquierdo, cuando corría el minuto 33 del partido. Para peor, el juez del encuentro no cobró ni siquiera falta.
Rooney se enfureció con el árbitro reclamando la infracción -que fue dentro del área- mientras le señalaba la sangre en su rostro.
El futbolista fue tratado por los médicos pero, poco después, se le volvió a abrir la herida lo que provocó un aparatoso chorreo de sangre que corría por su mejilla.
Tras el descanso lograron cerrarle y taparle la herida, lo que le permitió seguir en cancha hasta el minuto 55 cuando fue sustituido.
Mira acá el codazo y cómo sangró el atacante