SANTIAGO.- Minuto 84 y el gol de Renato Ibarra silenciaba el Monumental. Ecuador ponía el 1-1 y la opción de Chile de ir al Mundial prácticamente se esfumaba. El sueño de Rusia 2018 se colocaba cuesta arriba.
En la cancha los jugadores de la "Roja" no lo podían creer. Atónitos miraban cómo la "Tri" festejaba el empate. Bravo trataba de levantar a sus compañeros, pero la misión no era nada fácil. El silencio y las miradas al suelo abundaban. La desazón se instalaba.
Y en las tribunas la rabia se desataba. Las críticas apuntaban otra vez a Juan Antonio Pizzi. Los hinchas culpaban al DT del empate, específicamente por su decisión de haber sacado minutos antes a Jorge Valdivia y poner en su lugar a Martín Rodríguez.
Los insultos eran de grueso calibre y los gritos pedían hasta la salida del técnico argentino-español. "¡Otra vez lo mismo!", "¡Hasta cuando!" o "¡Ándate Pizzi!", se escuchaba desde distintos sectores.
Pero todas esas fuertes críticas desaparecieron casi al instante. Fueron segundos de desahogo que de un momento a otro se transformaron en alegría y desenfrenada celebración tras el gol de Alexis Sánchez al minuto 85.
Los insultos se apagan gracias a la figura del Arsenal y tanto en la cancha como en las tribunas los festejos eran eufóricos. Hasta el propio Pizzi celebraba con descontrol el tanto del tocopillano. Abrazos iban y venían con sus colaboradores.
Mientras eso pasaba, en un rincón los jugadores de la "Roja", incluidos los suplentes, festejaban el gol que ponía otra vez a Chile en carrera al Mundial de Rusia 2018.
En apenas un minuto se vivió de todo. Pena, rabia y alegría, emociones que el fútbol genera. Bien lo sabe Pizzi que pasó de los insultos a los gritos de apoyo...