SANTIAGO.- La expectación era inmensa. Mohamed Salah se preparaba para disparar un penal en el cuarto minuto de descuento en el duelo entre Egipto y el Congo.
Si anotaba, el cuadro de los "faraones" clasificaba por primera vez en 28 años a un Mundial, por lo que todo el país estaba vigilante, deseoso.
Y a pesar de todo el suspenso, el jugador del Liverpool convirtió con una sutil definición cruzada, desatando la algarabía de jugadores e hinchas de la nación del norte de África. Todos celebraban.
El volante ofensivo corrió alocadamente a festejar su conquista -que significó el 2-1 a favor de Egipto- mientras era perseguido por sus compañeros de equipo. En las gradas, la situación era incluso más exaltada.
No era para menos. Tras casi tres décadas de sufrimientos y frustraciones, el equipo "del Nilo" volvió a clasificar a una cita planetaria, por lo que se armó una verdadera fiesta en las calles del Cairo.
Así fue el penal de Salah y las celebraciones en Egipto: